![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvan2nqncSmYQ-aAs-MqkLxMWDGCrTbjw2YEUeH4lTbN3TuWK53r8iKhhG8YhzjPhSRTt26vNGZTt-67oXT_APRkS8L7ZTpxuJuu9j0Wr0JD5UEhMkXG0gQctbvTtC9aSkvwN-6AAi0mqX/s200/hm.jpg)
Y para hablar de algo tan grave, lo
único que sirve es desnudarse y ser aséptico, arrojar luz entre tanta penumbra
mediática, mostrar el cisma y contar la verdad. Pero no mi verdad, sino la
realidad más objetiva. Ésa en la que no caben envidiosos, simplistas,
demagogos, oportunistas, sensibleros o idealistas.
La educación pública está
sufriendo los embates recortadores con tanta violencia como muchos otros
estamentos; como la sanidad, el pensionismo, la dependencia, la obreridad, el trabajo
autónomo, el desempleo… en general, una tala de árboles comenzando por las
raíces y no por las ramas.
Porque las reformas parecen desesperadamente
necesarias, sí, pero… ¿por qué empiezan por los más frágiles y no por los más
acaudalados? ¿Tal vez porque esos mismos ricos son los que se autogobiernan?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU9ROWe2TKHWbHtmoNoa6NCzh75tVnUQCibsh38jlP6qUdbO9IWW1leT6RyZ3E9oE335wuWUs5NozRGezyFeIVoNHDaY-S5kxajcl8t0s827iEGKcHTW_rn_IZHgiChDs-hEhEPcIAaBPW/s1600/cutt+2.jpg)
La nuestra es una batalla que
tenemos perdida. Hace ya muchos años que el “pasa más hambre que un maestro” se
sustituyó –un poco simplificadamente– por el “tiene más vacaciones que un
maestro”. Y si una profesión tan sagrada, tan estresante, tan preciosa como
está queda en un “tres meses de vacaciones”, pues ya empezamos mal. La sociedad
odia al docente, envidia sus condiciones laborales o considera que la
proporción esfuerzo-beneficio es muy ventajosa. Que un maestro defienda su
labor frente a jueces de la calle, otrora amigos, es lo más frecuente y baldío
del último decenio.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8uVK3m_q9YWvoPaT3gKagLYCSw2SKaVPPZ1HQ8tdGpaDHdDbMsG3fxgrDgrR3mR7o2_0wlYavkOA7t6EmleakmYMVFfk3pseR8VlF5RwggqtBiSkpQUGF40dI0qxuRDpZQRgeTPZAtm4e/s1600/wwst.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG73JxBGXqLDL-QM45yiNKFXBup5i__lXfwd_k0f0eI0VZmKwj2f4F2XeHLP_mv0ssGEWy3REEJlZsFrHOANMF0a_PH6r2eMk7TCNiQzlHUHyolR3kNMD8dSgfXgjvnPBsO1ZP9AGLjCdx/s1600/esh.jpg)
Entonces… ¿por qué esa inquina
social? ¿Qué hemos hecho mal? Supongo que los que han llegado, llegar, y los
que no, intentarlo. Y albergar –como muchos otros colectivos– sinvergüenzas sin
vocación que vieron un camino rápido a la vagancia y al dinero fácil –no mucho,
pero sí de buenos pagadores. En este sentido, yo creo en hacer limpia. Cada año
despacharía de tres y cinco compañeros que no valen o no quieren valer. Y aquí
no estamos para tontadas. Los menores son demasiado importantes para que cuatro
incompetentes o tres jetas les arruinen la vida a ellos y la reputación a
nosotros. Línchenles a ellos. Se lo merecen. Échenlos del cuerpo y ocuparemos
su sitio con vocación e ilusión, pero no nos deseen mal al resto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikc1vkPpC-9_5sAWptXybYP4zqt6SKtfvkDcshSB3czOApGPeQ_Kblyce4BuQOH8KGv92AbTytMnj-pT0ezkY-uOFF8t-st5tY-cO4LGBiuceKckvRwyk9Vk2okhX4GYpnKUEYvndudo_a/s1600/dps.jpg)
Lo primero que yo defiendo es mi
trabajo. Mi puesto y mis condiciones laborales. Sé que lo hago bien y aunque
ustedes crean que estoy muy bien remunerado no es verdad. Llevar una clase con
veinte adolescentes, motivarles, controlarles, soportarles y enseñarles una
materia a la vez es tan difícil que la mayoría no sabe o no puede hacerlo. Y la
mitad de las veces, si no más, genera estrés. Mucho, poco, suficiente. Lo
bastante para llevarse el recuerdo a casa, para que amargue uno su tarde, para
que sueñe con el alumnado. No. No es fácil ser docente. Es un trabajo muy
intenso. Nada que ver con poner tornillos en una puerta o vender lechugas.
Tampoco es comprar acciones en Wall Street, afortunadamente. Y tampoco se cobra
igual que en unos o en otro.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZvtgfQKISsgeybwPbGrvMcjNb6OPe3jF6KwKaSOOtmTlDBUA5anOYzr4VyMUUJl4aWslyLCvoJmNRWV0mqyXdJzaPSOl8E_jNtMxvrB59M03q8lMlmmMWlqlMryjPv4xEcXFGj-J7bVhS/s1600/zrr.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR9tBrT-9jaxVEc07SFLCV_IOx2kfEEXIlKxI8oxUFkzmV0h4luTIDdQIZpgJTdbJW9jg7cK90gx1CtKneiPl4Kg_RMCg7Gz9IzSHThyxW-HVLCqlgnEtCo_7kO5P66nVZ7OvzVPDi-j8R/s1600/scissorful.jpg)
También podríamos gastar muchas
líneas en cómo mejorar esos 50 minutos que dura cada “round”, sacando a los
alumnos de la clase, aprendiendo en la vida y no en el aula, usando lo
aprendido en contexto, creando literatura, manejando números en la realidad, comunicándonos
en otras lenguas, tocando piedras, observando ranas, visitando países y
pateando museos. Todo eso mejoraría mucho lo presente, pero es una guerra en la
que no nos meteremos hoy.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihv9sJL8cFSUAMDGl8khXOdrCtirKiIgmGYJzQBspdotiTxXmNpJ_rac6JTDBj64CnneaeG4XR969A_SO1URbrz1uHW5M01GOO8sHww1FZx_GbH7Cugnn99yOd2oVHGO8r1lqcExDhJAE4/s320/cutting+edge.jpg)
Pero estamos agonizando. No
creéis en esto. Sólo pensáis que somos unos jetas y que no queremos sino
boicotear a la sociedad hasta recuperar un estatus de máximo privilegio. ¿No habéis
pensado que el enemigo puede ser el Estado?
Si rechazamos lo que viene es
porque es injusto y porque perjudica a todos. A nuestro trabajo, por supuesto,
pero a la larga a vuestro futuro, al de vuestros hijos, al del país. Pero tal
vez tengáis razón y somos unos sinvergüenzas. Tal vez lo único que se le puede
pedir hoy en día a la enseñanza pública es que cada palo aguante 40 velas a
razón de seis horas diarias. Para qué más. Pero no esperen milagros. Para eso,
ya está la educación privada, donde muchos son creyentes y otros lo aparentan.
Desde luego que el enemigo es el Estado y los Estados no tienen derechos, los derechos son de los ciudadanos...Es muy triste lo que está ocurriendo con la Educación Pública y tal vez lo peor es que no recuperaremos lo que perdamos...Es muy triste también la mala imagen que se llevan los profesores por prejuicios y falsedades, con lo importante que es el trabajo de los docentes en un país y en la preparación de sus ciudadanos...
ResponderEliminarEs todo muy triste y patético y en ocasiones como tú bien dices los conflictos que se ocasionan entre los segmentos que deben estar unidos en esta lucha y contra ellos, van a resultar ser contraproducentes para la educación y la formación de demasiadas generaciones.
Un abrazo Drywater y ¡adelante con la lucha, aunque a veces la idea de que ya es tarde oscurezca el objetivo!
¿Milagros de la escuela privada? Nada más lejos de la realidad. Una gran mentira.
ResponderEliminar