Milady Clarick, condesa de
Winter, antes condesa de la Fere,
aparece de manera circunstancial y misteriosa al principio, pero poco a poco se
van desgranando sus actividades, conexiones con el cardenal y biografía básica.
El lector va asociando su pasado al de Athos, y hacia el final del libro la
intrigante espía se convierte en protagonista absoluta. Primero intenta
vengarse de D’Artagnan sin suerte, luego es interceptada, anulada y encarcelada
por su cuñado, el conde de Winter, excusa que utiliza Dumas para hacer in situ
un tratado de manipulación y lavado de cerebro, porque Milady embruja a su
puritano carcelero, Fenton, y consigue que la deje en libertad primero y
asesine al duque de Buckingham después, mientras ella vuelve a Francia a
ajustar cuentas con el gascón y su querida.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKx9nMVsRIP5wQWqHMDRC3iPxXJfe3yTUprCZFk1SEEeRQLG8nnIPjAmEjRS1E06XhLryM3pafMUVHBVeqQHarcSENil5BqZz1ElQs-MDvMylLXFzoJzUuPwxbuExuPtE4kE1sXibS_BEb/s1600/81B0936181C2876F76FFAAF9E20AD.jpg)
Milady es uno de los arquetipos
máximos de mujer fatal, bella a rabiar, falsa y manipuladora, oscura y
extremadamente inteligente, de esas personas que cuanto más sonríen más debes
temer. Su perfidia y excelencia en dañar es tan grande que D’Artagnan acaba
cogiéndole auténtico pánico y soñará pesadillas con ella, como si la demoníaca
joven pudiera también infligir dolor a través de los pensamientos dormidos.
Menos mal que el imperturbable Athos surgirá de su resquemor para impartir
justicia y salvar a su amigo de una muerte tan segura como cruel.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5ggHAWocIl2WrUY8leSqDaE51hvFuEpHgiRtjT3TdI8Rq5p1RdGomq-5HLWfVi7zXaXh1nZ1Nj9PEdEBPLV2lDaolG9DxDHUyqFaBmlKbgKqvXpfW0hR5l2_KIVr3Vgl3RWBihZrImQf4/s1600/TresMosqueteros-3-1.jpg)
Los secundarios
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjndDX0FxVnRcE5rVIunjoOpOTixWv39CGFjtQaixyQDh8kqZGcAH-ib1njQyBvMzHRqQ5Ljn7GYcHW7HcNfh9SB0CBbjz4yzkSsmzblAONEy-WsPymkUXhs9bidfyeTFH-lRs9p3alhgAI/s1600/rch.jpg)
Richelieu destaca por encima de
todos los demás como personaje intrigante, calculador y de una influencia
notable en toda la historia. Siente debilidad por D’Artagnan y admira su
capacidad de arruinar sus planes o postponerlos. Esa fascinación por el arrojo
y valentía de su contrincante lleva al cardenal a retrasar su arresto o
ejecución para dejar su vida en manos de Milady y finalmente concederle el
cargo de mosquetero, primero, y oficial de los mismos después, con el rango de
teniente. El cardenal aparece en la obra como un Darth Vader omnipresente,
detrás de todas las intrigas y todos los secretos, y aunque no lo parezca,
acaba el libro con una sutil victoria y muy pocas bajas, la de su espía
favorita.
El contrapunto a Richelieu es
Treville. Extrañamente diluido durante el desarrollo de la historia, representa
la lealtad al rey y la justicia. Su relación con los mosqueteros es como la de
un padre para con sus hijos, y es probablemente, junto con Athos, uno de los
personajes más íntegros de la obra. Podríamos afirmar que Treville y Richelieu
representan la conciencia del rey.
El primero es eminentemente bueno y directo,
vehemente y noble; el segundo ambivalente y retorcido, malvado y conspirador.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiulZOyNkrU0m1vO6DnDBVkZZGoM0wEI5Wma_qCaohOrkwJj-52jOCjlpADT1bIc9Qtec5Fa0wXiQHNVpxKRpq5T5sYWmHMCkv7V_C-pmKMJ53f1e37hfM08MGN3aEbTUE7SDHveMEUG0rd/s1600/dartacan001.jpg)
Comedia
Aunque la novela es bastante
ligera al principio y demasiado trágica al final, abundan los episodios
cómicos, empezando por el ridículo caballo amarillo de D’Artagnan que acaba
heredando Porthos, para su vergüenza.
Los retiros de los inseparables en
las posadas donde fueron atacados en la aventura de los diamantes raya a veces
al absurdo, con un Athos atrincherado en la bodega comiéndose y bebiéndose la
despensa entera en un estado de paranoia febril, o un Aramis sobreactuando su
renuncia a la vida militar y su inminente jura de votos eclesiásticos, o un
Porthos tratando de recuperarse de su convalecencia a cuerpo de rey.
Por último, la manera peculiar
que tienen los cuatro amigos de equiparse para ir a la guerra es digna de
estudio: Aramis y Porthos harán horas con sus amantes para lograr la ansiada
subvención, D’Artagnan empeñará el anillo de Milady y Athos no hará nada,
esperando que la fortuna provea porque sí. Y así será.
Filosofía de vida
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQuvMyEgaTce5RbdeboNjASAUYiN5mrRXa-UEuN0l6qQzXOntjq-rztn2GHh5jqOZSioIGbojWLNFVvDtSS615YVza6d4F4BAjl5OdO6kMXnqpoRl_9RB21N6ChGX5w1OuZE5h4FTXqhh4/s1600/2001+El+mosquetero+%28ita%29+01.jpg)
Evolución de la trama
El ritmo de la obra es acertado
al principio, pero decae un poco en la segunda mitad,
especialmente en la parte
final, con el arresto, conspiración y fuga de Milady, episodios que se hacen un
poco tediosos. Y siempre quedará la sensación de que Alejandro Dumas podría
haber explotado mucho más al hombre de Meung, Rochefort, escarbando en su pasado
y amenazando el presente y futuro de los buenos. En todo caso, volverá en la
segunda parte, pero para eso tendrán que pasar veinte años.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4kvB0Zk0JR3iawy-NU6ic8i7pNyiQyOyaq11RIkHs5ID-oMm63KkVfWQrZPw9K9SfZKWPYWuTNbh6-rjV00zm7wJu-rJs2hP_90Aiqfgxx2nKeY91X5-iOwgkriD_P085xokQQB3XwHdA/s1600/Three+Musketeers+with+swords+out.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario