Son la madre del cordero. Lo
mismo convierten un deporte, estilo de vida o afición en un espectáculo –véase
los Harlem Globetrotters o Búfalo Bill en el circo–, que censuran desfiles
porque se marcan pezones o mandan fabricar mochilas antibalas para los niños de
primaria y secundaria.
El mundo es absurdo. Eso ya lo
sabemos todo. Y si los que dan y reparten son los estadounidenses, pues el
doble de absurdo. Desde luego tiene su mérito ser americano. Sólo ellos pueden
rodar escenas bélicas en las que se cargan a miles de personas y cuando salen
dos mierda de cazas ponerse a aplaudir los supervivientes (véase Pearl Harbor).
Le tienen pánico al sexo pero son la capital del porno. Creen en las libertades
individuales pero poseen un gobierno federal fuerte y apocalíptico. Fundaron la
tierra de las oportunidades masacrando a millones de nativos a los que no les
dieron nada de chance, y para colmo han inmortalizado un género –el western–
donde nos enseñan los valores genuinos de los hombres justos, con soldados
buenos e indios malos, salvajes y descabellantes; unos auténticos animales (los
primeros).
Los americanos tienen una
identidad nacional impresionante. Tal vez porque ellos mismos son hijos de mil
madres: chinos, holandeses, latinos, africanos, británicos, alemanes… Y lo
mismo puede decirse de sus convicciones espirituales: mormones, amish,
católicos, protestantes, ortodoxos, budistas, incluso islamistas, pese a haber
caído en desgracia por motivos cuya legitimidad no vamos a cuestionar.
En Yankilandia todo es un gran
show. Desde el modo de plantear los debates hasta la manera de jugar al
baloncesto –¿por qué piensan que Ricky Rubio es adorado y Pau Gasol cuestionado
hasta la médula (quise decir espalda)?–. Todo vale si es espectacular,
divertido y alucinante.
Lo de las armas ya es flipante.
Que maten cada año a decenas de inocentes en tiroteos varios, idas de pinza y
venganzas contra el mundo y todo lo que se les ocurra sea enseñar defensa
personal a los maestros lo demuestra todo. Hombre, yo entiendo que la industria
armamentística deja mucha pasta y que perder a una docena de niños merece la
pena por mantener la supremacía económica. A ver si no por qué han estado
apoyando tantas y tantas campañas bélicas ajenas y propias. Ésas salían más
baratas. Perder miles de niños vietnamitas, afganos o camboyanos sí que
resultaba productivo comparado con la ingente cantidad de ingresos directos e
indirectos. La legislación no cambiará en los E.E.U.U. porque no compensa, y
porque los americanos están tragados de que necesitan la recortada y el 44 para
defender la parcela, la tienda y la virginidad de la niña. Si venaos hay en
todas partes, pero aquí no vienen con un fusil de caza; a lo sumo, con un
cuchillo del Ikea que ya sabemos que no pinchan mucho. Culpar a la televisión,
los videojuegos y la publicidad es ruin y sesgado. De hecho, el modelo se ha
exportado a casi todo el mundo y por ahí no se acaece tanto niñocidio. La
violencia se aprende y se mama, pero la ejerce el que puede. Poner un gatillo
en manos de un desequilibrado es demasiada ventaja, y enseñar defensa personal
a un educador una barbaridad. Que puede salvar vidas, sí, pero no vamos a tener
un Arnold Schwarzenegger en cada guardería. ¿Quién se presentaría a gobernador
de California entonces?
"Tan lejos de "Dios" y tan cerca de Estados unidos"
ResponderEliminar:(
Es sueño o infierno americano?
Saludos!
Pd.: Me encanta tú blog, siempre expones muy buenos temas! :)
Tu post es interesante y para mi el mundo americano es absurdo y ridículo, ¡y no quiero entrar en más calificativos!...
ResponderEliminarMe gusta mucho tu entrada Drywater.
Un abrazo
Y tanto que no va a cambiar, influiría demasiado en su economía además que socialmente están muy aferrados a ellas.
ResponderEliminarPero bueno, qué se puede esperar de uno de los países más hipócritas que hay.
Son la contradicción pura. Lo has expresado "de cine" (Americano!)
ResponderEliminarEstá lo mejor y lo peor. Lástima que lo peor, lo hortera, el espectáculo desnortado, tenga más mercado, porque lo bueno cuesta más de vender, incluso para ellos mismos que todo lo venden.
Post cargado de tópicos, y por tanto de mentiras. Allí hay 400 millones de personas, y seguro que la gran mayoria no tiene nada que ver con lo que aquí se dice. Aparte de las falsedades históricas que salpican este escrito.
ResponderEliminarEs lo mismo que decir que los españoles mimamos a los toros, pero todos los masacramos y celebramos su muerte. Por ejemplo.
Aclarad las ideas...
Saludos.
Estimado Juanchi:
ResponderEliminarDecía William Blake que "generalizar es ser un idiota", y sin embargo todos lo hacemos. Este texto es un claro ejemplo de generalización, que no de mentiras. Por supuesto que hay tópicos, pero todos los aquí expuestos tienen un trasfondo de verdad. Tal vez no absoluta, sino relativa, pero calificarlos de mentira demuestra cierto despotismo ideológico. En cualquier caso, yo no digo verdades; yo opino. Siento decirte que tampoco encuentro falsedades históricas porque apenas hablo de historia, y de modo muy poco concreto.
Discrepo con tu comentario al completo, pero te agradezco el punto de vista y la manera de exponerlo.