sábado, 1 de octubre de 2011

Paredes de papel (60 gr.) (3/3)

La madre de Pollo trabajaba hasta las diez aquella tarde. Su padre estaba devorando solitarios en el ordenador, aunque siempre argumentaba que el trabajo se le comía.

POLLO: Ko, papá, tenemos que hablar, ko.
PADRE: ¡Hombre, si está aquí el capitán Granos!
POLLO: Ko, papá, que no me llames así, ko.
PADRE: Hombre, pues tú dirás cómo te llamo, paella. Ja, ja, ja.
POLLO: Ko, eso menos, ko.
PADRE: Que no digas ko todo el rato, hombre, que ya te he dicho que no me gustan las mulatillas, hombre.
POLLO: Ko, no lo puedo evitar, ko, papá, ko.
PADRE: Hombre, cómo va a hablar bien mi hijo con esa cara de arroz que tiene, hombre.
POLLO: ¡Papá, koo!
PADRE: Hombre, ya lo dejo, hombre, pero no digas más mulatas.
POLLO: Tenemos que hablar de hombre a hombre, ko.
PADRE: Hombre, de hombre a pichón, querrás decir, hombre. Venga, hombre, suéltalo ya por ese pico de oro, aguilucho, hombre.
POLLO: Ko, que me me palo, ko.
PADRE: Ala pues, hombre. Déjame pues que voy a seguir con el solit…trabajo de la empresa, hombre. Que algunos también echamos la tarde currando, hombre.
POLLO: Ko, pero insiste un poco, que quiero decirte algo, ko, papá.
PADRE: Hombre, pues si quieres hablar, habla, hombre. Y deja ya las mulatillas, hombre.
POLLO: Ko, que se os oye todo y no me dejáis dormir, ko. Ya está ko, ya lo he dicho, ko.
PADRE: Hombre, pero ¿qué me estás contando, hombre?
POLLO: Que os oigo darle por las noches, ko. Que me parece muy bien lo que hagáis, ko, pero que no dejáis dormir.
PADRE: Hombre usted, pe…pero pichabrava, ¿quién cojones eres tú para estar escuchando a tus padres, hombre? ¿Pero te cruzo la cara o te reviento la cabeza, niñato de los cojones? ¡Hombre ya!
POLLO: Ko, papá, que no me amenaces, ko. Que la culpa es tuya, que mamá no quiere encima, ko. Que lo sabe ya todo el vecindario que hacéis un ruido del carajo, ko.
PADRE: ¡Hombre, a ver si ahora va a resultar que un mierdacrío me va a decir a mí cuando se folla en esta casa y en que postura, hombre! ¡Será posible, hombre!
POLLO: Ko, a mí no me grites que ya no soy un crío, ko. Si te jode que te oigan no le des tanto tute al colchón, o aprovecha al medio día que no molestas, ko.
PADRE: Per…, pero, ¡hombre!
POLLO: Ko, deja ya de decir hombre, ko. Tanto que hablas de las mulatas y tú no paras de usarlas, ko.
PADRE: Hombre, pues ya que estamos así de sinceros te voy a decir cuatro cosas, hombre.
POLLO: Ko, no me taladres, ko. Sólo quiero dormir que al día siguiente voy al instituto, ko.
PADRE: Hombre, ¿y yo no voy a currar todos los días para que el príncipe azul tenga un ipod y las zapatillas de marca? Hay que joderse, hombre, con el pichabrava.
POLLO: Vale, ko, valeeeeeeeee.
PADRE: No, no vale, hombre. Lo primero: follo cuando me da la gana que para eso estoy en mi casa, pagando la hipoteca de mi bolsillo, y con mi mujer, hombre. Segundo: me pongo en la postura que me da la gana que para eso pago yo la hipoteca levantándome todos los días a las seis de la mañana, hombre.
POLLO: Ya, ko, yaaaaaaa.
PADRE: No, hombre, no. Hasta que no acabe, te callas ya, hombre, Jorge Carlos.
POLLO: Ko, me llamo José Carlos, ko.
PADRE: Lo que sea, hombre. Cállate y déjame hablar, hombre. Lo del nombre es lo de menos, José Luis, hombre. Cuarto: “Se cree el ladrador que todos son de su clasificación.”
POLLO: Ko, ¿y eso que quiere decir, ko?
PADRE: Hombre, pues que el que hace algo cree que todos lo hacen igual, hombre. Que nosotros también te oimos a ti, zagal, dándole a la zambomba a todas horas como si fueras un mono, hombre.
POLLO: Ko, qué dices, ko.
PADRE: Que no digas criollas, hombre.
POLLO: ¿Ko, que estás diciendo, ko?
PADRE: Que tu madre y yo estamos hartos de que te pegues los días pelando la pava en lugar de estudiar, hombre. Que haces un ruido del carajo, hombre. Que si el grifo por aquí, la revista por allá, los videos del ordenador, Juan Carlos, hombre, que no estamos sordos y sabemos lo que tienes entre manos, hombre.
POLLO: Ko, pero, ko, ¿hace cuánto que lo sabéis, ko? ¿Eh, ko? ¿Ko?
PADRE: Que no digas más maletillas, hombre. Hombre, pues unos cuantos años, pichica brava. Que no te digamos nada no significa que no nos enteremos, hombre.
POLLO: Ko, pero, ko, ko, pero ko, esto no está pasando, ko.
PADRE: Que dejes ya los coletazos, hombre, tanto ko y tanta gallina hormonada, hombre.
POLLO: Ko, que no sabía que lo sabíais, ko.
PADRE: Pues mira a ver si te cortas un poco, hombre, que tu madre no puede dormir la siesta, hombre. Y además me dice que no te diga nada que estás en una edad difícil. Difícil los cojones, hombre ya, tanto criajo pajero y tanta hostia ya, hombre.
POLLO: Ko, lo siento…ko.
PADRE: Sobre todo el volumen de las pelis, pichabrava, que gritan mucho las zorrys, hombre.
POLLO: Ko, vale, ko, déjalo que me muero de vergüenza, ko. ¡Papá, ko!
PADRE: Hombre, qué, Jesús Carlos, hombre.
POLLO: Ko, de esta conversación a mamá ni pío, vale, ¿ko?
PADRE: Hombre, por favor, nada de nada. Esto es una charla de hombres, hombre.
POLLO: Vale, ko, pues ya pondré el ordenador sin volumen, ko.
PADRE: Bien, hombre, y yo intentaré hacer menos ruido si tienes colegio, hijo, hombre.
POLLO: Ko, que es instituto, pero que es igual, ko.
PADRE: ¿No vas a quinto de primaria, hombre?
POLLO: No, ko. Tercero de ESO, ko.
PADRE: Y los pijamas, hombre, Julián Carlos, que tu madre dice que se pasa todo el día con la lavadora puesta, hombre.
POLLO: Ko, vale, ko, no me lo digas más, ko.
PADRE: Adiós, hijo, José Calixto, hombre, y no digas coletazos.
POLLO: Creo que se dice coletas, ko, papá, ko.
PADRE: Lo que sea, hombre, lo que sea. Y modérate un poco con el chat, hombre, que me salen niñas en porretas cada dos por tres, hombre.
POLLO: Vale, ko, vale.

Azorado y ruborizado hasta inventar el color encarnado, Pollo no sólo no montó el ídem sino que se lo montaron a él, y tragó vergüenza hasta que se le murieron las pulsiones en los siguientes dos meses. La mañana siguiente a su primera charla “entre hombres” con su padre, completó el episodio con un discurso de agradecimiento a Ganso.

GANSO: Che, vos hablaste con tu papá, ¿sí? ¿Por qué no me contás?
POLLO: Ko, VETE A LA MIERDA, ko.

No hay comentarios:

Publicar un comentario