Elena no se quitó el bikini. Cierto que estaba empapada y el agua de la poza amenazaba con criocristalizarse sobre su suavidad cutánea, pero el trayecto hasta el hotel era escaso. Si acaso 10 km en coche. Por eso se abrazó a la toalla y subió al vehículo. Se cambiaría en la intimidad de su habitación. El viaje no tomaría más de seis minutos, pero la Guardia Civil ralentizó el momento. La Benemérita hizo parar a Miguel. Buscaban terroristas y arquitectos de goma dos. El agente invitó a la pareja a salir del coche. Miguel vestía cortos y camiseta. Elena bikini y toalla escotera. “Parece que las etarras van mejorando”, pensó el cabo. Miguel no encontraba la documentación del coche. Tampoco el agente mientras rebuscaba en el maletero metralla y dinamita. Elena se malsujetaba la toalla en torno a sus curvas. Pero la tela se resbalaba. El cabo sudaba en frío. Elena se moría de vergüenza. Le faltaban catorce manos y le sobraban ocho miradas. Miguel encontró lo que buscaba. No eran explosivos, eran papeles. El coche estaba en regla. La Guardia Civil les dejó marchar. El pudor, la risa y la vergüenza no se fueron.
Elena le contó la aventura a Marisita: “Jo, qué fuerte, tía. Estábamos en una poza en el Pirineo. Íbamos directos al hotel. Pues dije, “para lo que queda no me quito el bikini. Ya me cambiaré allí”, ¿sabes? Y nos para la Guardia Civil. Y yo con la toalla que se me caía. Y Miguel que no encontraba los documentos. El cabo buscando bombas. Y el guardia venga a mirarme. Y yo, “por favor que encuentre Miguel la tarjeta del vehículo”. Al final nos dejaron marchar. Qué vergüenza, tía.”
Marisita le narró la anécdota a Crisp y a la Puff: “El Miguel y la Elena, que lo estaban haciendo en un pozo y les pilla la Guardia Civil. Les sacan de ahí y les revisan el coche. Buscaban explosivos. Y como no les dejaban marcharse Elena tuvo que quitarse la toalla. Los polis aplaudieron y se fueron supercontentos.”
La Puff habló con Pasju y le relató el notición: “Pascual Julián, que Elena y Miguel son terroristas. Les han pillado montando una bomba en un pozo del Pirineo. Los han detenido y los iban a meter un puro pero entonces Elena se desnudó y se dio un revolcón con el escuadrón de los Geos y les dejaron marchar.”
Pasju rajó de lo lindo con Vertedera: “Ayyyyyyyyyy, pobre Miguel. Elena es etarra. Él se dio cuenta y llamó al ejército. Cuando vino la división de emergencia resulta que estaban compinchados. Le dieron una paliza a Miguel y le inculparon de preparar seis bombas y esconder material explosivo en un zulo bajo una poza. Encima Elena es ninfómana y se pasó por la piedra a los 35 militares corruptos que vinieron. Además obligaron a Miguel a verlo.”
El periódico de Perdiguera abrió al día siguiente con un bombazo informativo: “Detenido un vecino de Leciñena por terrorismo, proxenetismo y trata de blancas. El inculpado prostituía a su novia con los mossos de escuadra a cambio de pasar goma dos impunemente en un pozal”.
Elena le contó la aventura a Marisita: “Jo, qué fuerte, tía. Estábamos en una poza en el Pirineo. Íbamos directos al hotel. Pues dije, “para lo que queda no me quito el bikini. Ya me cambiaré allí”, ¿sabes? Y nos para la Guardia Civil. Y yo con la toalla que se me caía. Y Miguel que no encontraba los documentos. El cabo buscando bombas. Y el guardia venga a mirarme. Y yo, “por favor que encuentre Miguel la tarjeta del vehículo”. Al final nos dejaron marchar. Qué vergüenza, tía.”
Marisita le narró la anécdota a Crisp y a la Puff: “El Miguel y la Elena, que lo estaban haciendo en un pozo y les pilla la Guardia Civil. Les sacan de ahí y les revisan el coche. Buscaban explosivos. Y como no les dejaban marcharse Elena tuvo que quitarse la toalla. Los polis aplaudieron y se fueron supercontentos.”
La Puff habló con Pasju y le relató el notición: “Pascual Julián, que Elena y Miguel son terroristas. Les han pillado montando una bomba en un pozo del Pirineo. Los han detenido y los iban a meter un puro pero entonces Elena se desnudó y se dio un revolcón con el escuadrón de los Geos y les dejaron marchar.”
Pasju rajó de lo lindo con Vertedera: “Ayyyyyyyyyy, pobre Miguel. Elena es etarra. Él se dio cuenta y llamó al ejército. Cuando vino la división de emergencia resulta que estaban compinchados. Le dieron una paliza a Miguel y le inculparon de preparar seis bombas y esconder material explosivo en un zulo bajo una poza. Encima Elena es ninfómana y se pasó por la piedra a los 35 militares corruptos que vinieron. Además obligaron a Miguel a verlo.”
El periódico de Perdiguera abrió al día siguiente con un bombazo informativo: “Detenido un vecino de Leciñena por terrorismo, proxenetismo y trata de blancas. El inculpado prostituía a su novia con los mossos de escuadra a cambio de pasar goma dos impunemente en un pozal”.
Jajjajaja ¿quién no se a visto involucrado en una situación de "TELÉFONO ROTO"? ¿A quién no le han metido en un lío con tantos nudos que casi ha preferido que pensasen los demás lo que quisieran?
ResponderEliminar¡¡¡¡¡Como le gusta a la gente tergiversar!!!!!
Un beso Dry :)
Jajajajaj, no me extrañaría que sucediese de verdad. Recuerdo que un amigo convirtió una vez una pelea en mi instituto, al lado del suyo, en un tiroteo y que nos habían puesto controlador de metales :DD Lo que provoca esperar un poco para cambiarse...y seguro que cualquiera de los intermedierios del bulo aseguraría que cuando hay un rumor, es que "algo ha pasado ahí"
ResponderEliminarUn saludo :)
XD!!! Buenísimo!!! Desde luego, con lo fidedignas que son siempre las fuentes de información de los periodistas, y con lo mucho que se encargan de verificar y contrastar datos ciertos "profesionales" de ese sector, cualquier día de estos sale usted en portada por haber escrito una entrada- notícia blogueril así XD!!!De hecho no descarte que esta información no esté ahora mismo circulando por la red y acabe en manos del gobierno XD!!!
ResponderEliminarUn abrazo inmenso!!!