jueves, 10 de septiembre de 2009

Zombies

Soy un hedonista de la psique bajo los efectos de las sustancias y sus revelaciones oníricas y alucinatorias. Vivo en un mundo que trasciende las convenciones de éste.


Ayer fui a ver una peli de zombies. El argumento era típico y trilladísimo: Los muertos en vida vagan por la pradera olisqueando flores y cantando con la guitarra acústica. De improviso aparecen un negro y una rubia hijoputas y empiezan a morderles. Los zombies ni siquiera huyen despavoridos, son felices como las vacas que pastan a su vera. Pero aquellos que reciben la fatal mordedura vuelven a la vida y se transforman en horribles hijosdeputa con suave cutis o rubias de bote con exceso de colágeno en los labios. Y ustedes dirán, “es que las personas son así, lozanas y hermosas”. Claro, claro, pero también se tornan agresivas y sedientas de sangre de los no-muertos. Al final los pérfidos humanos consiguen dar bocados a todo bicho viviente, o eso creen: En la última escena se ve un niño zombie empanado con una flor en la boca y haciendo con los dedos el signo inequívoco de “paz y amor”. Esto huele a secuela…

3 comentarios:

  1. ¿Y qué peli era? A mí me ha parecido original darle la vuelta al argumento...

    dirty saludos¡¡¡

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  2. Me temo que mi personaje no lo recuerda. Son cosas del consumo de sustancias...
    Un saludo

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  3. A veces creo que se vive más feliz siendo zombi que persona...

    Al menos tienes menos preocupaciones.

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