![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaMVud3QkuXpRxwC5A4b_asmK4Z8Gnn2_-D4KPMTm7ZUxqnT7qwoBJ74q8YcyjlNi7tLeUcl0c2ZOEqSFbhCbYJdV5vDtHGX3pF32K3e8obG06Hxsl7PPLB5a3CMehWq9om5IIQkNpE54m/s1600/5.jpg)
–Busca a mi esposa. Ella te dirá
la verdad.
–¿Cómo se llama?
–Juliana Vistoi.
–Cuenta con ello.
–¿Por qué lo haces?
–Me aburriré ahí fuera y no tengo
dinero para irme de putas. Ni siquiera para fumarme un buen canuto. Si no me
entretengo en algo volveré a hacer de mula y paso de que me agraven la condena.
¡Solo me quedan cinco meses!
–¿Qué te pasó?
–Me traje 20 kilos de cocaína en
la maleta.
–¿Cuánto pagas?
–Tres años y medio.
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La dirección de Valdespartera
resultó ser correcta. Por el interfono sonó la voz añinada de una chica. Cuando
subió al portal se llevó un chasco, porque quien le abría la puerta no podía
tener más de seis u ocho años.
–Hola, bonita. ¿Está tu mamá?
–Mi madre falleció hace diez
años.
–No puede ser. Tú no tienes esa
edad.
–No, no la tengo.
–Tienes poca memoria. Ya te he
dicho por el portero que soy yo.
–¿La esposa de Michel?
–¿Lo has visto? ¿Cómo está?
Huáscar Merino se quedó
absolutamente flasheado. ¡Entonces era cierto! Era un maldito degenerado. Su
cara denunció su repulsa.
–Dime la verdad. ¿Te ha tocado
ese cerdo? –preguntó con miedo a escuchar la respuesta.
–Sí, muchas veces –replicó ella
con no disimulado orgullo–. Durante años.
–Qué cerdo.
–No le hables así.
–¡Encima! ¿Pero no entiendes que
tienes el síndrome de Estocolmo?
–Que no me ha forzado. Que yo
siempre he querido. Estamos casados.
–No me jodas. Eres una niña.
–Tengo 33 años.
El interno tomó aire. Se había perdido
algo. Juliana le invitó a pasar y le ofreció un café. La oferta era
irrechazable para cualquiera acostumbrado al rechazo y la desconfianza.
Para aparentar seis años la chica
mostraba una coordinación sospechosa. No era la primera cafetera que ponía. Y
tampoco hablaba como una niña. Poco a poco Huáscar comprendió que aquella era
realmente la esposa de Michel.
Jajajaja...Que completo Drywater, sólo te ha faltado algo de rock and roll...Y aún sin ello, no le falta detalle...Ni sentido del humor...Ni ironía...Jajajaja...
ResponderEliminarAbrazos!