domingo, 5 de julio de 2009

Cómo escribir una poesía de amor enlatada

1- Utilizar un tema muy recurrente: el amor; o mejor, el desamor

2- Para no complicarse con rimas imposibles de casar, métrica libre.

3- El tiempo verbal adecuado es el pretérito perfecto simple o el imperfecto. Así da idea de situación irreparable sin ninguna solución.

4- Un par de metáforas para dar tono poético: cabello de trigo ondeante; ella me robó el crepúsculo

5- Te inventas alguna palabra, así como sentando cátedra: malcuraron

6- Un poco de anáfora también le da sabor a la historia: Quizá tímida, quizá compasiva Quizá temerosa de ser engullida.

7- Contrastes y tal: pasamos muchas tardes de brisa y muchas noches de fuego mañanas de resaca y sobremesas de besos.

8- Argumento. No escatimes en guión. Cuanto más enrevesado, mejor. La gente no se va a enterar si mientes o no, lo que quiere es carnaza.

9- Unos adjetivos contundentes o cultismos alevosos y ya tienes tu poesía de amor enlatada: trance, insignificancia, prendado, abrupto, imberbe, ambrosía, desgarrador


Cabello de trigo

Era alta, bella y suave

Sus ojos colmaban el mar

Y su cabello de trigo ondeante

Germinaba pasiones incontenibles.

Nada de esto atrapó mi insignificancia

Tanto como su mirada perdida

Atravesando a las personas

Como si pudiera ver más allá de ellas.

La primera vez que la miré prendado

Pareció esquivar el trance

Quizá tímida, quizá compasiva

Quizá temerosa de ser engullida.

Pasamos muchas tardes de brisa

Y muchas noches de fuego

Mañanas de resaca

Y sobremesas de besos.

Nunca adiviné qué pensaba

Cuando proyectaba el mar

Lejos hacia un horizonte abrupto

Roto, recalentado o extinto.

Al fin un día apareció sin noche

Y supe que ella no volvería

Y contemplando el rojo atardecer

Comprendí que ella me robó el crepúsculo.

Después de aquel día sin luna

El cielo volvió a oscurecerse

Y los ocasos dejaron de tener sentido

Nada de ella quedó en mí.

Muchos inviernos después

Alguien me habló de ella

Con el mismo dolor que yo cargaba,

Y la misma imberbe incredulidad.

Aquella madrugada compartimos recuerdos

Ojos de mar, tragos de ginebra y cabellos de trigo

Y aunque ambos nos hicimos grandes amigos

Nunca comprendimos a dónde miraba.

Ahora somos maduros e inconsistentes

Mi amigo y yo nunca nos repusimos de su mirada

Pero nuestras almas heridas malcuraron juntas

Hasta hoy.

Apareció por el umbral de mi vida

Los mismos ojos de inmensidad

Trigo en las trenzas

La vista perdida en mí

La belleza, madura pero entera.

Confesó incontables pecados

Vertió su mar colmado

Sobre las mejillas de ambrosía

Y me pidió perdón mil veces.

Se marchó por amor

A un pasado imposible

Y volvió hoy al reconocer

desgarrador nuestro vínculo.

Por un momento pensé en mi amigo

Abandonarlo ahora, en la madurez

Por la mujer de nuestra vida

Sería causarle la muerte.

La amistad es eterna

Generosa, y valiente

Sabía que me perdonaría

Que su sueño se haría verdad en mí.

Antes de que pudiera decir sí

Al sueño de mis últimos veinte años

Una voz rugiente y apasionada

Lo dijo por mí.

Mi amigo apareció de mi nuca

Avanzó firme, besó a la chica

Y se marchó con ella para siempre

Nunca volví a verlos.

Soy un anciano decrépito

Traicionado en el amor

Y apuñalado en la amistad

Escéptico de todo, creyente de nada,

Hasta hoy.

Mi amigo imposible ha vuelto

Arrugado, triste y abandonado

La mirada de ella seguía mirando al frente

Atravesando a mi amigo una vez más.

Siempre creyó que yo lo entendería

Cogió a mi chica y se marchó

A realizar mi sueño con ella

Y me robó la aurora.

Ha acabado su discurso tembloroso

Esperando perdón anacrónico

Buscando complicidad de comisuras

Muriendo de tedio en mi pausa.

No he dicho nada, no he arqueado el gesto

Tan sólo le he atravesado con mis ojos gastados

Como mirando más allá

Y me he vuelto buscando a otro tras de mí.



8 comentarios:

  1. Este artículo está supercurrado ¿No? Me parece muy ingenioso.

    ResponderEliminar
  2. A mí también me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  3. Además de todo lo que propones para escribir el poema, ha de procurarse no caer en lugares comunes. A la chica que se lo leas, según el momento, puede que le dé igual, pero para el lector pierde encanto. ?No te parece?

    ResponderEliminar
  4. ¿Creen ustedes que los poetas que escriben poemas de amor sólo piensan en meter? A veces da la sensación de ser productos envueltos y enlatatado que escenifican ansias reprimidas, idolatrando a mujeres inexistentes y pasajes tan lejanos como deseados.

    ResponderEliminar
  5. Está lleno de tópicos, pero me gusta el final.
    Supongo que por eso en "enlatado".
    Salu2

    ResponderEliminar
  6. jajaja...perfecto. Lo peor es que gran parte de la población mundial cree que esta es la única poesía posible. Y a veces parece que muchos escritores también lo piensan. Muy ingenioso!! me pongo a escribir ya mismo y a conquistar señoritas!!! saludos

    ResponderEliminar
  7. ¿Y dónde queda eso tan sencillo como: "mi corazón palpita como una patata frita"? Es todo un clásico.

    ResponderEliminar
  8. Pues anda que no te ha salido larga la "poesía enlatada"¡¡¡

    ResponderEliminar