miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pleno al quince donde ponga la X

A veces ganan los buenos

El señor Fwarsh era un antiguo agente de futbolistas, pero había dejado de representar hacía tres años. Se le creía retirado pero últimamente llamaba demasiado la atención. Roger Fwarsh había cobrado 15 aciertos en las últimas nueve quinielas, amasando ingentes cantidades de dinero. Cierto que la identidad de los apostantes no se revelaba, pero cuando los premios eran tan suculentos se generaba un registro en los ficheros de la policía. Nadie reparaba en ellos. Podrían blanquearse miles de millones antes de que Vaya Marrón, Tendencias, Espeso pero Revenido o Pies Mogolluna se pispasen de algo.
Ni Largo ni Elfo eran grandes aficionados al balompié, pero se chuparon miles y miles de videos de youtube de las últimas nueve jornadas, especialmente de los partidos donde jugaban los trece señalados. No vieron nada.
Decidieron pedir ayuda a Geriatriz. Era un agente al borde de la muerte por vejez extrema, con diez prótesis de carbono soportando su frágil cuerpo, y con una vitalidad desmedida. Tenía que haberse jubilado quince años atrás, pero él decía que dejar el trabajo era empezar a morir. Geriatriz era un experto en fútbol, y no dudó en valorar a los trece sujetos como muy buenos jugadores, la mayoría defensas o porteros, pero a menudo irregulares y dados a las cantadas en los peores momentos.
Ojos y Día volvieron a los videos tras estas revelaciones. Entonces sí comenzaron a ver cosas raras. Uno se metía un gol en el último minuto; otro se autoexpulsaba y dejaba a su equipo con nueve; el de más allá fallaba seis goles de libro; otro se lesionaba nada más haberse realizado el último cambio. Todas estas fatalidades arrojaban unos resultados imprevistos que revalorizaban las quinielas improbables de Fwarsh. No cabía duda alguna. Los jugadores amañaban los partidos para coincidir con la combinación del timador. Luego recibían su parte.
Era curioso que ningún agente hubiera reparado en los aciertos sistemáticos de Fwarsh. Pronto descubrieron por qué. En las bases de datos nacionales ya no aparecía ni rastro del timador. Excel había manipulado los ficheros interconectados con su estatus de prioridad 1. Sin embargo, en Proteger y Servir Bollitos Martínez no había actualizado el sistema operativo. Estaba desfasado y la base de datos no se podía modificar a distancia. Por eso Cuadrícula había venido allí, para borrar los ficheros o falsearlos y hacer desaparecer a Fwarsh de toda relación con la estafa sistemática.
Ojos Almendrados de Elfo y Más Largo que un Día sin Pan fueron con toda la documentación al despacho de Sota de Espadas. Una jornada de liga después trece futbolistas de primera y un ex agente de futbolistas fueron imputados por estafa. Nadie delató a Excel, y la única manera de relacionarlo con el fraude era cotejar las fotocopias de Largo con su agenda.
A la mañana siguiente Luis Mateo Sanjuanes apareció con semblante serio. Se sentó en su mesa y sacó de la cartera una flamante agenda de piel nuevecita. Día sin Pan se había cuidado mucho de acusarlo, y ante la falta flagrante del antiguo librillo delator, optó por guardar silencio. Sólo dos cosas estaban claras: Sota de Espadas se ganaría un nuevo complemento salarial y otra condecoración, y Cuadrícula de Excel ya no tenía su fuente de ingresos infinita para untar y corromper a cualquiera.

1 comentario:

  1. Me pierdo con proteger y servir. a ver si me pongo al día.

    Salu2

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