jueves, 3 de diciembre de 2009

Ladrones del sonido y músicos que no apuntan al mear

Será un delito, nosotros diez millones de malvados piratas musicales y vosotros un devaluado grupo de saqueados cantantes, pero ni vas a poder pararlo ni habéis conseguido leer el futuro del tinglado.

Si dividiéramos la descarga de contenidos culturales por Internet en detractores y defensores, la dicotomía quedaría terriblemente descompensada entre cuatro profesionales del marketing y varios millones de heterogéneos usuarios. Todo quisque se baja la música y las pelis de Internet, incluso las porno, la última versión de PhotoShop y los libros electrónicos. Detener esto es virtualmente imposible. Y eso que lo habéis probado todo: capar los puertos de los P2P, eliminar enlaces fraudulentos, retirar videos de youtube, denunciar páginas… Pero vamos a ver, so melones, ¿de verdad pensáis que todo lo que la gente se descarga es dinero que perdéis? ¿No veis que los internautas sólo comprarían un 10% de lo que obtienen gratis, que vuestras cuentas de la vieja son tan ficticias como las tetas de las portadas? ¿Qué la mayoría de los malvados piratas hacen botellón o malabares para llegar a fin de mes y no tienen guita para comprar vuestros macromachacados lanzamientos?

Y sin embargo, no veo a grupos indies o trotamúsicos del rock urbano gritando al cielo contra nuestros perversos delitos. No deja de ser curioso ver quiénes lideran las protestas: las viejas glorias consagradas que hace tiempo que, como Mick Jagger, cambiaron la guitarra por la calculadora. Gente que ha sido y es muy importante en la música, pero que últimamente se ha rociado de un tufillo a mercadotecnia y publicidad. Señores que sacan un recopilatorio 20, 25 y 30 años con cuatro míseros temas nuevos y a vivir de la promoción. Tipos cuya música nunca sabremos lo que valdría sin los 40 Principales y los anuncios del Corte Inglés. Pijos del sistema que en algún momento enarbolaban la rebeldía y la revolución. Déjennos que al menos les endosemos la etiqueta de dudosos a los dinosaurios del ayer, a esos que se quejan sin comprender que lo que necesitan es lo que están perdiendo, que se están aramoncineando, que su posicionamiento es el equivocado.

Podrán decir que les están robando, que hay que comprar y que la historia se va a la mierda. Todo mentira. Lo que importa es la gente, ésa a la que están exigiendo que consuma. La música es mucho más que sus canciones, más grande que sus actitudes y más potente que sus directos. Esto consiste en llegar al otro lado y no en cohibir todo lo que no sea pagando. Porque si el respetable no te quiere estás acabado, chaval. Porque entonces el público dejará de escucharos, de ir a vuestros conciertos, de comprar vuestras camisetas de serigrafía barata y etiqueta cara. Y de repente os daréis cuenta de que vendéis mucho menos, y que ni las ratas van a veros porque no conocen vuestras últimas y trilladas fórmulas. Tal vez en semejante tesitura os percataréis de que estáis meando fuera del tiesto, y que por mucho que las churras nos bajemos los discos la culpa la tienen las merinas.

La postura buena es la de los artistas amigos de Internet: “No vamos a detener esto. No podemos hacer nada. Pues aprovechémonos del medio.” Y así es como muchos ya cuelgan sus obras en la red para que sean compartidas por todos. Los usuarios se emborrachan de dulces néctares sonoros que luego pagan en puntuales espectáculos en vivo, que es ahí donde el cantante ha hecho caja siempre, y no en el 2% que les dan los vampiros por cada CD vendido legalmente en el Fnac. El músico difunde su música, el usuario la consigue gratis y el devoto paga por los extras. Y todos contentos. Ah, no. Las discográficas no. Pues que desaparezcan, que se reciclen, que las empresas de telefonía les paguen un canon, porque nosotros no vamos a dejar de descargar contenidos multimedia igual que no dejamos de grabarnos cintas de cassette o discos de vinilo cuando Carolo reinaba.

6 comentarios:

  1. Loquillo no tiene nada que ver con Ramoncin, por dios
    Muy bueno el articulo

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  2. Completamente de acuerdo en todo. Los cantantes tienen muuuucha cara y las discográficas todavía más.
    ¿Ah? Y aunque no es exactamente lo mismo, ¿Qué me decis de que el cine valga más de 7 eurazos??????? ¿Pero cómo no va a haber descargas en Internet?????

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  3. Hombre, yo creo que es justo que pidan, pero no que abusen como lo hacen. Ademas cada vez son mas caros los cds.

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  4. Los cantantes al escenario, ahí es donde se ve si valen o no.

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  5. Este artículo refleja al cien por cien la realidad del mundo de la música. Estoy muy de acuerdo contigo.

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