sábado, 3 de octubre de 2009

Madrid ????

Digerida la resaca y potada la borrachera de decepción de Madrid 2016, los “ya lo sabía” resurgen con el oportunismo de la derrota. Desde que cantaran el nombre de la capital de la alegría como anfitriona de los valores olímpicos y toda la meapilada que arrastran, en España se han buscado mil excusas y dos mil pesares clamando contra la injusticia humana y divina, contra los malos del COI y contra los factores geopolíticos.

No deja de ser curioso que los medios, como siempre, se hayan erigido en los grandes profetas de la buena nueva, esa que nunca llegó, para culpar a la situación continental después. A buenas horas, telemegos. La televisión es la manera más sesgada de recibir la información. Son capaces de endiosar un hecho irrelevante y ningunear hitos milenarios. Nos han tenido durante meses dando el coñazo con la candidatura olímpica hasta presurizárnosla por el orificio rectal, abanderando el progreso, el esfuerzo y la multiculturalidad y convenciendo a todo quisque de que ganábamos fijo porque éramos los mejores. Yo desde que me tragué que Rosa arrasaba en Eurovisión desperté del engaño y comprendí que ni los mass media controlan el universo ni su granhermaniana insistencia redunda en resultados; lo único que hacen es enseñarte cien veces el mismo ángulo y empecinarse en que la verdad es sólo esa.

Con todo debo admitir su peso, y así consiguieron que esperásemos con expectación el fallo del comité. Que Madrid no saliera triunfal no fue sorpresa para mí. Tampoco me subo al carro ganador a posteriori: Siempre creí que sería Chicago. Y que la ciudad del viento cayera a las primeras de cambio se interpretó en clave política como traspiés obamesco. Gracioso, cuando los presentadores se han hastiado de repetir que Madrid no ha ganado por motivos políticos y geográficos. Si nos atenemos a la política, y al peso sociodemográfico de las candidatas, Madrid era la cenicienta. Chicago, Tokio y Río, lo queramos o no, son ciudades más importantes a nivel financiero, comercial o turístico. Cualquiera de ella representa a países infinitamente más poblados que España, y más competitivos en casi todo. Pero si de verdad fuera política, los americanos se hubieran llevado los anillos de colores.

No sé si quería que ganase Madrid. Bueno, sí lo sé pero retraso mi opinión para evitar los abucheos patrióticos. No me parecía correcto. Desde mi provinciana opinión siempre creí que esta candidatura era un empecinamiento de su alcalde, un capricho, no más que un faraonismo absurdo. Que decidiera reincidir en su error tras el fracaso de 2012 demuestra sus ansias de protagonismo mediático. Muchos madrileños pensarán que su capital lo merecía, que si la apuesta por el empleo, el progreso, el turismo y tal. Tal vez sus ciudadanos merecen muchas cosas buenas, pero una olimpiada no haría más saludables a ninguno de ellos, ni les aportaría más oportunidades laborales, ni mucho menos dejaría las arcas municipales a rebosar. Si Madrid hubiera pasado por el aro (olímpico) que no les quede ninguna duda que hubiera sido el de color negro, y se habrían entrampado hasta la médula, y los impuestos se habrían puesto a la altura del record de pértiga en menos tiempo que se corren los cien metros. Los únicos beneficiados serían los que estaban en Copenhague y sus coleguitas. Esto ya lo vivimos con la EXPO 2008, esclavizando a miles de críos y abuelos que voluntariamente cambiaban dos meses de trabajo gratis por un mísero pase de temporada al recinto. Al final, miles de ilusiones y promesas para que la ciudad se endeudara a cambio de cuarenta kilómetros de carril bici y un ebrobús que se encalla con más frecuencia que las cremalleras del C&A. Por todo ello, y tal y cómo está el patio, que la gente ya no tiene ni para comer ni para dormir ni para compartir piso con cuarenta rumanos, me parece simplemente indecente e insultante empeñarse en sacar pecho y decir “yo traje las olimpiadas a Madrid”. Por no hablar del tufillo político del asunto, con más presidentes de algo que en un pleno del Gobierno, quizá para colgarse medallas que nunca llegaron.

Respecto a lo injusto de la votación, la candidatura real frente a la virtual, el apoyo acordado entre el resto de ciudades y todo el barro post-segundo fracaso olímpico, recordarles a estos señores que las normas que los evaluaron son las mismas con las que nos dirigen y manipulan, y que la vida no es justa, y que los procedimientos de evaluación siempre serán subjetivos, sobre todo cuando perdemos, y que a mí en el fondo esto me importa un carajo, que yo lo que quiero es que dejen de salir por sus viciados informativos negritos muriendo de hambre y chinos aplastados por terremotos.

11 comentarios:

  1. Me alegro de que las olimpiadas vayan a Río De Janeiro.

    ResponderEliminar
  2. Yo no tenía una candidata para las Olimpiadas 2016, vamos, que ni fú ni fá, pero es verdad que con lo de "tengo una corazonada" la tele estaba dándole demasiado bombo y platillo. Que pasa, que así ha sido el fracaso, más voluminoso. Tanto ensalzar, la gente se ha llevado un batacazo desde lo más alto. Cuando aprenderán....

    ResponderEliminar
  3. "Yo desde que me tragué que Rosa arrasaba en Eurovisión desperté del engaño y comprendí que ni los mass media controlan el universo ni su granhermaniana insistencia redunda en resultados"... Jajaja qué bueno, como nos vendieron la moto a todos aquel año y nos tragamos Eurovisió pensando que ganaríamos...

    Anécdotas a parte, cuán profunda reflexión has hecho... Estoy muy de acuerdo contigo, es cierto que la única finalidad de conseguir las Olimpiadas era vender un sueño a los ciudadanos y que por un tiempo se olvidaran de las penurias económicas y de otra índole en la que nos vemos sumidos, del mismo modo que los políticos echarse flores de haber conseguido la candidatura, pero una vez que eliminaron a Tokio y a Chicago, por un momento viví el espejismo de que ganábamos e incluso me apeteció llevarnos las Olimpiadas... A ver cual es la buena nueva que nos venden próximamente en lo mejores medios....

    dirty saludos¡¡¡¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. madrid no gano porke estaban todos compinchados y porke keda mejor decir ke los juegos se van a Suramerica

    ResponderEliminar
  5. Yo no analizo tanto, la verdad. Me hubiese gustado que fuese Madrid la ganadora, porque aunque no soy madrileño creo hubiese sido bueno también para el resto de España. Barcelona cambió por completo, se convirtió en un referente mundial, todos vivimos con emoción las olimpiadas del 92, hubiese sido bonito revivir otro acontecimiento así.

    ResponderEliminar
  6. Nos prometieron la victoria porque era lo que estábamos deseando oír. Si algún medio se hubiese atrevido a sugerir que igual no ganábamos, habría sido boicoteado y tachado de enemigo de España.

    La realidad es que eran cinco ciudades y sólo podía quedarse los juegos una. No se puede pretender ganar siempre.

    ResponderEliminar
  7. Y ahora que poquito hablan en la tele de la derrota de Madrid...

    ResponderEliminar
  8. Por lo menos ya no dan el coñazo más

    ResponderEliminar
  9. ya no dan el coñazo con Madrid 2016, pero la van a liar ahora con Jaca.

    ResponderEliminar
  10. Ya no se habla de esto, ¿eh chavales?

    ResponderEliminar