Maradona está considerado el mejor futbolista de la historia, por encima de Di Estéfano, Pelé o Cruyff, aunque muchos aficionados consideran superior al delantero brasileño. Su carrera deportiva, sin embargo, es la más pobre de todos ellos: Llena de agudos altibajos, escándalos tremendos, hondas decepciones, chispazos inolvidables, duras drogas y regates imposibles.
Pese a ello, la devoción que el pueblo argentino siente por él lo ha llevado a la glorificación más injusta del mundo futbolístico. Maradona era un fuera de serie. Un jugador inmenso de talento descomunal, zurda inapelable, visión panorámica y clarividencia innata. Sin embargo lo reventó todo. Una debilidad natural para el vicio y las malas compañías arruinaron su carrera mucho antes de lo previsto. Poco importó que se rehabilitara mil veces. Tropezó mil una. Por eso es la mayor decepción de la historia del fútbol. El ídolo fallido, el ángel caído. El niño indolente que lo tiene todo y no aprecia nada, ése que como Dinio se confunde en la noche napolitana hasta cambiar unos chutes por otros. Un cúmulo de errores dignos de titularse “Qué no hacer en el deporte de élite”.
Pero el “Pelusa” sigue siendo beatificado y santificado – recordemos que existe una iglesia maradoniana- pese a que en su retiro siguiera acumulando borrones arruinando su físico o disparando perdigonazos a los periodistas de rapiña. Demasiados tropezones para erigirse en modelo de los jóvenes argentinos.
El último despropósito mediático y deportivo fue aceptar el banquillo de la albiceleste, acaso una de las plazas más complicadas del mundo del balón. Y las críticas han sido tan frecuentes como merecidas. Por ello, que Dieguito haya estallado en improperios lascivos contra la prensa de su país, que come de esto y de lo otro, del triunfo y del fracaso… pues no deja de ser un episodio más de inmadurez celestial y soberbia divina, especialmente cuando 1) hay que saber ganar y 2) para clasificar a Argentina cuarta de grupo tampoco hay que sacar un máster en estrategia futbolística, basta con mover mínimamente bien tus abundantes alfiles y reinas frente a los peones rivales.
Como dice Spiderman, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, y el “diez argentino” no ha estado a la altura desde que ganó su último scudetto. Si su carácter turbulento y su pasión estuvieran mejor canalizados y añadiera cordura, humildad y sensatez a sus palabras como hace Leo Messi tal vez “La mano de Dios” habría cambiado el “todos esos periodistas que la chupen ahora” por “disculpen mi grosería” y “el mérito deportivo es de los muchachos”. Mientras tanto, “sigan mamando”.
¿Qué significa eso de "Una debilidad natural para el vicio y las malas compañías"? ¿Ahora resulta que las amistades están determinadas genéticamente?
ResponderEliminarPor supuesto que no. Uno conoce a las personas por episodios circunstanciales, pero luego decide, en función de su personalidad e intereses, si esas gentes llegarán a ser amigos o simples conocidos, del mismo modo que los demás hacen con nosotros.
ResponderEliminarSi tengo un amigo que toma drogas y me inclina al mismo hábito debo decidir si me conviene o no esa amistad, especialmente si soy débil y me es imposible mantener su cariño y mi abstinencia a la vez.
Qué lástima la gente que pudiera tener todo y acaba de esta manera...
ResponderEliminardirty saludos¡¡
Buena reflexión Dry. Estoy contigo;P
ResponderEliminarUn besin
A Maradona tendrían que "castigarle" de algún modo por su última "soplapollez". Qué hombre más absurdo, inepto y maleducado.
ResponderEliminar"Ahí la tiene Maradona. Le marcan dos. Pisa la pelota Maradona. Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial. Puede tocar para Burruchaga... Siempre Maradona... Genio, genio, genio... tá, tá, tá... gooooooooooool... quiero llorar... Dios santo... Viva el fútbol. Golaaaaaaaaaazo. Diegol... Maradona... Es para llorar. Perdónenme. Maradona... En recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... Barrilete cósmico... ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés? Para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina. Argentina 2 - Inglaterra 0. Diegol, Diegol. Diego Armando Maradona. Gracias, Dios. Por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 - Inglaterra 0."
ResponderEliminarNo se olviden también que la prensa en muchos casos son unos impresentables, pero eso no es lo peor. Lo peor es que se creen inmunes con sus panfletos periodísticos, ondas o canales.