Creo que no hay nada peor, aparte
de los domingos sin fútbol y los retretes sin papel higiénico, que los
vericuetos administrativos. Para nacer o para morir hay que rellenar
inscripciones, por mucho que no las firme el interesado. Si quieres comprar un
piso, vender un coche, regalar tu dinero, coger un paquete, apuntarte a un
curso… siempre debes cumplir con el trámite y ponerlas.
Y así nos va. Por cada papelajo
firmado y sellado tenemos a cinco seres yermos manejando el tampón, el ordenador
o la grapadora de pinza, como si su función sirviera para algo y hubiéramos de
pagarle por ella. Los trámites burocráticos no valen para nada. Son el
antivirus de la vida, que para mantener tu status seguro te ralentiza el
sistema hasta que parece que estás existiendo a cámara lenta. Para eso más vale
prescindir del Norton y formatear el bicho cuando sea su hora.
Y lo mismo con los documentos.
Creo que se idearon para darles un sueldo a los inútiles. No aportan
absolutamente nada. Los de la ventanilla, hablo. No recogen melones del campo,
no llevan cosas a otro lugar, no causan orgasmos, ni aguantan críos mientras
los demás trabajan, no sirven tapas, no limpian cristales, ni escriben libros,
no arreglan coches ni montan armarios. La función administrativa debería
penalizarse con la cárcel. Pero eso sí, sin rellenar denuncias ni sentencias
–no habría nadie para sellarlas.
Decía un pavo chupatintas, no
recuerdo si notario, banquero o vampiro similar, que “una sociedad demuestra su
nivel de desarrollo en el grado de burocracia que posee” o epitafios por el
estilo. Más allá de que el nota viviera de eso, y de que acompañase su postilla
de unas ínfulas prepotentes que ya las quisiera Cristiano Ronaldo, que una
cantidad tan ingente de recursos humanos, económicos y temporales se malempleen
en salvaguardar y legitimizar el terruño de uno o la bici del otro me parece
una soberbia tomadura de pelo inventada por los magos de la pluma, esos que
certifican que el billete de cien es tuyo mientras te cobran treinta por
jurarlo. Pues, oiga, no me burocratice el pecunio. Prefiero vivir con la
sospecha y dirimir mi legitimidad a ostias, que total, cuando me pase ya me
habré ahorrado perras como para comprarme otro modelo nuevo de lo que quiera
que el chorizo me quiera expropiar. Total, para que ahora me lo quiten
legalmente y con firma, mejor que venga un desgraciao y viva bien una semanas a
mi costa.
En la sociedad de bienestar que
hemos creado, donde a lo más que puedes aspirar a día de hoy es a un trabajo
remunerado –olvídense de lo de digno– y rezar para que te ingresen la nómina a
cambio de un porcentaje de tu trabajo tal vez no necesitemos que el banquero
prepotente arañe unos céntimos de nuestra cercenada paga. Igual nos deberían
dar las perras en un sobre, como hacían antaño. Total, hay gente que lleva años
cobrando así y riéndose de de los impuestos y las burocracias ajenas.
No necesitamos papeles. No tiene
sentido que le pagues al banco por error y para devolverte el importe debas
iniciar unos trámites de devolución de ingresos erróneos. O que te den un
resguardo para entregarte el DNI que te obligan a renovar. ¿Para qué? Si los
chorizos ya saben falsificar documentos mejor que los burócratas. El papeleo
solo daña a los legales. Le resbala a los furtivos y engorda a los chupatintas.
Además, ¿ustedes saben lo que cuesta darse de baja de Internet?
Permíteme que te cuente una anécdota de lo absurda que puede ser la burocracia: Durante le II Guerra Mundial, unos rusos se quedaron asediados por los alemanes. Cuando se les acabaron los víveres, llamaron por una línea de teléfono de campaña para que les mandaran alimentos y municiones con un avión. El funcionario que estaba al otro lado de la línea de teléfono les dijo que para solicitar eso debían rellenar el formulario tal y presentarlo en tal lugar. Estos se quejaron de que era imposible, y por tanto no les enviaron los suministros porque no tenían el permiso válido. Afortunadamente el caso llegó a instancias militares superiores y les enviaron lo solicitado.
ResponderEliminarLa burocracia se ha inventado para dar "trabajo" a mucha gente.
Dry, la burocracia simplemente son sueldos y mas sueldos,..pero otro día te hablare en profundidad de la joia burocracia, hoy estoy aquí para felicitarte, enhorabuena Dry que os quedáis en primera!!! Felicidades!!!
ResponderEliminarAbrazos!
Pues empezando por tu última pregunta la de darse de baja de internet es un infierno, para darte de alta todo son facilidades y promesas pero cuando te quieres dar de baja necesitan ocho millones de cosas que jamás te habían pedido antes y te marean de departamento en departamento.
ResponderEliminarRespondiendo al resto de tu post, creo que la burocracia nos ahoga y es una de las muchas enfermedades que tiene este país. En ese aspecto vivimos anclados en la edad media, hacen falta papeles para todo y nunca llega el cambio, no informatizan nada, no eliminan gestiones inútiles, es como si fuese absolutamente necesario presentar cuarenta papeles sellados y triplicados para apuntarse a una lista de empleo o un curso gratuito en tu ayuntamiento. Yo no le veo ningún sentido, me parece totalmente absurdo.
El engorro de la burocracia es una de las primeras cosas que haría falta cambiar con urgencia para poder solucionar muchos de los problemas que nos aquejan hoy día.
Un abrazo.
Oski.
Conforme en que la burocracia no arregla nada y sólo come ingresos. Desgraciadamente, todavía es peor la de tiempo que se lleva el papeleo. Rara vez ese rellenar formularios tiene validez en el mundo real.
ResponderEliminarRespecto al Zaragoza, lo que ha hecho Manolo Jiménez con una plantilla tan inexperta, descompenetrada y limitada me parece mucho más meritorio que si los grandes hubieran ganado la champions. Íbamos a descender en marzo.¡Gracias, Ark!