sábado, 11 de diciembre de 2010

Manchas inmaculadas

Soy un hedonista de la psique bajo los efectos de las sustancias y sus revelaciones oníricas y alucinatorias. Vivo en un mundo que trasciende las convenciones de éste.

El otro día fui a comprar ropajes. Es un ritual tedioso e ingrato, pero hay que hacerlo. Las prendas son horrendamente lisas o horteramente jalonadas de dibujitos, zurcidos y demás parafernalia. Todas limpias y sin estrenar. Un auténtico horror.
A nadie le gusta adquirir modelitos sin manchar, pero es que es así como hay que hacerlo. La ropa de segunda mano está por las nubes. Si tiene la culera gastada o el cuello rozado su precio se dispara. Por un buen churretón de café o dedazos de chocolate junto al bolsillo pueden pedirte una cantidad inmoral. Por eso todos compramos la ropa nueva y tratamos de estropear su textura y color lo más rápido posible.
Sin embargo, hay ciertos requisitos irrenunciables. No se puede manchar algo a propósito. Se consigue embellecer la tela muy deprisa, pero no es ético. Además los expertos dicen que se nota. De hecho hubo un escándalo muy gordo con una conocida marca de vaqueros de segunda mano que gastaba y rozaba las perneras frotándolos contra una piedra de río en lugar de usarlos durante años. Dañar conscientemente pues la vestimenta no debe hacerse; ella misma se oscurecerá, ensuciará o raerá con el paso imperturbable del tiempo. Todos sabemos que las manchas son hermosas, pero no deben falsificarse.
Tampoco vale prestarle tu camisa nueva y sosa al amigo torpe y descuidado que la salpica de aceite a la primera tapa y la embarra el primer día de lluvia. Tienes que ser tú el que la haga envejecer, ensuciarse y descoserse.
Y, por último, no hay que confundir manchas con olor. Por mucho que lo sintamos, hay que lavarlas cuando huelan, aunque eso implique perder codiciados mosaicos de tomate, picota o salsa de champiñón. Hombre, hay algunos trucos, como usar agua a 10 grados o eliminar el prelavado. Incluso planchar la ropa antes de lavarla.
En fin, yo tengo una colección muy preciada, pero voy a tener que venderla por la crisis. Da igual, con lo manazas que soy, adquiriré nuevas sudaderas tersas y suaves y las embruteceré en pocos meses.

8 comentarios:

  1. También los hay que rasgan las prendas a propósito, sobre todo los pantalones vaqueros. Les hacen cortes con las tijeras y los deshilachan. Esto tampoco vale.

    ResponderEliminar
  2. Pues yo conozco a uno que lleva unos lamparones en las sudaderas... y nunca se le van.

    ResponderEliminar
  3. Hay manchas que es mejor no lavar a pesar del olor, ... que se lo digan a la Lewinski.

    ResponderEliminar
  4. Ya no nos queda naaaada para las vacacionessss!!!!!

    Voy a hacerme la comida y a seguir con la evaluación...

    QUE LOS MAESTROS TMB HACEMOS HORAS EXTRAS... no pagadas!!!!! (o no????)

    ResponderEliminar
  5. Ya no nos queda naaaada para las vacacionessss!!!!!

    Voy a hacerme la comida y a seguir con la evaluación...

    QUE LOS MAESTROS TMB HACEMOS HORAS EXTRAS... no pagadas!!!!! (o no????)

    ResponderEliminar
  6. El mejor método para envejecer la ropa es revolcarse con alguna en un parque XD!

    ResponderEliminar
  7. O una buena pelea en el barro. Nunca falla.

    ResponderEliminar