martes, 2 de noviembre de 2010

Jorge Javier Vázquez y La Libertad

Así. Con dos cojones y unas mayúsculas más gordas que los clavos que le salen del brazo a este salvador de lujo. Hace falta tener huevos para meter la tripa, aglutinar las cámaras frente al ego y decir semejante sarta de gilipolleces de las que hacen subir el pan y sentar cátedra a un tiempo. Ya sólo faltaría que sonara un trueno de fondo al acabar el speech, pero con los tornillos quedaría demasiado maryshelleyano.
Dice el Premio Ondas que en su programa luchan por la libertad, la libre expresión y el alaskiano “a quién le importa lo que yo haga”. Y es por eso que nuestro querido J.J.V. se pone serio, silencia dictatorialmente a su panda de frikis y sentencia con clarividencia celestial. El tema en cuestión podría ser lo de menos, pero en este caso no lo era. Hablaban de Gran Hermano y de la “soltura” de una de sus conejas –lo de conejas lo pueden interpretar como adicta al coito o como cobaya televisiva, ninguna acepción estaría del todo mal-, lo cual le reportaba a la moza una “injusta y perniciosa” fama de puta pa’ arriba. El plató de la universidad de la vida parecía salomónicamente dividido entre los que consideraban que la chavala puede abrirse las piernas ante quién quiera y los que aceptaban semejante postura pero asumiendo una crítica mediática.
Jorge Javier abogaba con gran vehemencia por el “hago lo que quiero y al que no le guste que se vaya a la cadena triste, pero a mí que nadie me critique”. Todo esto lo rebozaba de su dramatismo metafísico y su gravedad ante la obligación moral de repartir justicia divina entre los infraseres que pueblan la tierra.
Gran Hermano es un programa friki para relleno de “Sálvame soy un puto friki convencido de que voy a arreglar el mundo” y sólo lo ven los frikis sin seso y los farragosos con ganas de barro, categoría en la que circunstancialmente me incluyo para justificar mis diez minutos de visionado de semejante porquería. Lo que les pasa a los ni-nis que entran, a la madre que los parió que hacen falta ganicas para ir a la tele, a los que hablan de ellos y a los justicieros de las ondas se lo tienen bien merecido. Lo que no puedes pretender es entrar al Show de Cutruman y que la audiencia te respete, hagas lo que hagas y folles a lo que te folles, por mucho que Jorge Javier te defienda con su omnipresente e incontestable verdad argumentando que hay que respetar a todos.
Si yo me visto de Mazinger Z y me voy a tomar unas cervezas pueden pasar dos cosas: Que sea Halloween, Carnaval, o la Semana del Manga por Hombro y entonces mi atuendo despierte frikante admiración, o que no sean tales fechas tan entrañables y la peña se deshueve de mí, me partan el casco con un sable láser o me fulminen con los meteoros de Pegaso. La vida nos condiciona, la sociedad nos marca, y queramos o no, no podemos salir del camino sin pagar un precio. Que se lo digan a María de los Dolores Peinador, “La Dolores”, que adquirió en Calatayud fama de prostiputísima cuando no era –parece ser- sino una mujer moderna e independiente de extraordinaria belleza. Si la chavala de GH quiere tirarse hasta el apuntador, que lo haga, pero que no nos exijan que nos parezca bien porque a otros por mucho menos y sin repercusión mediática ya se les crucifica y etiqueta. La libertad de obrar la tenemos, pero la tiranía de que los demás no juzguen nuestros actos nunca ha existido ni existirá, aunque el clavos y la princesa del vulgo griten como nunca y arranquen aplausos como siempre. Es lo que tiene esta civilización tan bonita que hemos pergeñado con mimo y saña durante varios siglos. Al menos a la argentina de GH no la quemarán en la hoguera –gracias a J.J.V.

9 comentarios:

  1. Hace ya unos años que he dejado, prácticamente, de ver la tele (excluyendo Clan TV o ahora la Boing) así que no me entereo de nada y lo poco que veo no me gusta.

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  2. Me da asco, por suerte no dedico ni 5 segundos a su programa.

    Es la cruza perfecta entre George Michael y Danny Devito.

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  3. Comparto tu opinión totalmente, aunque yo no habría usado tus términos y calificativos jeje. ¡Un saludo!

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  4. Lo que más me jode es que yo casi no veo la tele, y menos este tipo de programas, y sin embargo los conozco a casi todos.

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  5. Jorge Javier: unineuronal, egocéntrico, mequetrefe, tarugo...y así.... hasta otros 20 adjetivos que se me ocurren y no precisamente positivos. ¿Por qué cada vez que enciendo la tele está él haciendo alarde de su estupidez? Y pensar que le dieron un gran premio...¿En qué estarían pensando?

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  6. Completamente de acuerdo contigo...

    Lo que me sorprende es que hayan tantas críticas sobre la telebasura (no solo en internet) y sin embargo siga ahi, pudriendo mentes.

    Ver la televisión hoy en día no vale la pena, a excepción de algunas películas, porque los documentales desde hace un par de años son repetidos o monotemáticos.

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  7. Y que agusto te has quedado¡¡¡¡ comparto tu opinión al 100% aunque a veces me deje llevar por un poco de telebasura sin sentido...

    dirty saludos¡¡¡¡

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  8. Estos programas son un insulto a la inteligencia. Parece mentira que un grupo de frikis estén ganado un sueldo por hacer lo que hacen. Lo mío no se si es mala suerte o no me se la programación, pero cada vez que enciendo la tele siempre salen los mismos personajes. Patético.
    Abrazos Dry

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  9. No tenía ni idea de todo este tema ahora que chapó por tu redacción, tu humor, tu opinión y tu ingenio. Hasta ahora quiero ver yo todo éso para ver de que va y poder opinar tb

    un saludo

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