sábado, 20 de noviembre de 2010

Amiga depresión

El ser humano ha tenido históricamente muchas novias. Desde la tristeza a la soledad, el vicio, el arrepentimiento, el desenfreno, la libertad, la agresividad, la ambición o la pereza, el hombre ha alternado por todos los burdeles del sentimiento; legales e ilegales; encomiables y reprobables; divinos y humanos; clásicos y postmodernos.
La segunda mitad del siglo XX y las primeras gotas del XXI han destilado dos esencias de perfume embriagador y precio excesivo, aunque al alcance de todos: el estrés y la depresión. El primero siempre me ha puesto de los nervios y no pienso hablar mal de él hasta que mi corazón empuñe un buen marcapasos. En cualquier caso sus salidas son de infarto. Mi amiga depresión, en cambio, se ha trajinado a tantos que ya hemos perdido la cuenta.
Dice la Wikipedia que se trata de un trastorno del estado de ánimo. Para mí la depresión siempre ha sido una infinita tristeza sin motivo aparente. Durante un tiempo creí compartirla con muchos, pero mi pena tenía una causa concreta que una vez resuelta acabó con los síntomas. Sin embargo, hay mucha gente que la sufre y por muy diversos motivos. Los he conocido suicidas por falta de litio, excesivos por falta de amor, indolentes por falta de interés. Lo único claro es que es un tema muy chungo.
Hace años la depresión no existía. O, al menos, no estaba diagnosticada. Probablemente se la trajo el estrés como reverso de su chaqueta cuando fue invitado a entrar en nuestro estilo de vida. Tal vez el nacimiento de ambos es fruto de una mejora drástica en la calidad de nuestra existencia. Los niños de diez años que trabajaban dieciséis horas en la dickensiana Inglaterra postindustrial no tenían tiempo de deprimirse. Era mucho más importante morirse de pulmonía, infección o sobreesfuerzo. Y los temporeros de salida a puesta de sol tampoco están acompañados de tan deprimente compañera. Tal vez tampoco le guste a la depresión recoger mejillones en las frías aguas gallegas, por eso sus mejilloneras doblan el espinazo con humedad en los huesos y frío en el alma, pero sin tristeza inmerecida alguna.
Con todo esto no estoy descalificando a la depresión. Existe y arruina vidas tanto como el alcohol o los domingos de fútbol. Lo que pasa es que se ha desarrollado ante la desaparición de males mayores, como la sobreexplotación laboral o las guerras interminables. Es como si el homo sapiens necesitara unos problemas de serie y, una vez resueltos algunos, tuviera que inventarse otros.
Salir de una depre es muy jodido. Te empastillan hasta la tráquea y te recomiendan continuar tus rutinas. Muchas veces no funciona. Otras sólo vale para que se pase con la mejor de las medicinas: el tiempo que todo lo cura, hasta que te toque el gordo de Navidad a medias con tu mejor amigo y él se dé a la fuga con el boleto en tu BMW mientras conduce tu mujer y te dice “gilipollas, llevo seis años acostándome con él”.
No soy psiquiatra pero me gusta implicarme con mi ignorancia. Por eso recomiendo a todos los deprimidos del mundo que endurezcan sus condiciones de vida. Seguro que sus depresiones se desvanecen entre el sueño de las mañanas, el calor asfixiante del horno, la oscuridad envolvente de la mina o el frío helador de la obra. ¿No nos estaremos autocontemplando demasiado?

12 comentarios:

  1. Contaban que en la crisis del 29, en los USA, la gente padeció una verdadera epidemia de depresiones. Suicidios al por mayor de gente que no pudo hacer frente a los males que llevó aparejada aquella crisis letal. Está por contar los que se ha llevado o se está llevando la actual crisis en los países ricos. Los pobres viven en la crisis permanente pero no sufren la depresión del que tenía y ya no tiene. Ellos nunca tuvieron.

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  2. Que la depresión es un mal de la posmodernidad? XD, es que es ahora cuando el homo sapiens empieza a ser consciente y a reconocer lo estúpido que es, y además de doler, eso provoca "depresión".

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  3. Lo peor que le puede pasar a una persona es sentirse infinitamente triste.

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  4. El hombre es un enemigo de si mismo.

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  5. Como persona que ha vivído muy de cerca la depresión,el estrés, y que sabe bastante del tema, te digo que no hay nada de solucionador en endurecer las condicones de vida. La depresión no simplemente se da por un ambiente hostil que te rodea ( a veces hasta eso es la causa precisamente),ni porque de pronto uno se aburra y decida mirarse el ombligo y repetirse "que desgraciado soy" :)sino que se da la mayor parte de las veces por una compleja incapacidad del yo, que en sus pliegues, se pierde, huye o se esconde para no asumir la realidad...para que no nos volvamos locos. Es la enfermedad del siglo XXI...aunque bien pensado, estoy más de acuerdo con los griegos, ellos hubieran llamado a las personas que padecen estrés y depresión: insanos. La pegunta es ...¿tanto nos exraña con los tiempos que corren que alguien mire alrededor y enferme a nivel mental? Como bien dices existen dos tipos de depresión: la clínica y la psicológica...la segunda, en ocasiones y por desgracia, bastante más complicada de solucionar que la primera, porque en esta las pastillas no solucionan nada, solo crean estados de ánimo ficticios con los que el paciente al final aprende a coexistir.
    El estrés por otro lado, es como la angustia...en ese estado no se cree que todo está perdido, sino que se está a la defensiba, alerta...otra cosa es si el peligro que percibimos es verdaderamente real o no, cosa que tampoco tiene mucha importancia, pues aunque no sea tal, la persona que padece esta dolencia sí percibe el peligro como real. A veces esto es simplemene fruto de raumas, de personalidades demasiado concienciadas con el mundo que les rodea, de personas que tienden a ocuparse de de demasiadas cosas y al final ya no viven, se ahogan.
    Entiendo lo que dices cuando dejas entrever que quizás el victimismo juegue un papel importante en todo esto...es más, puede que tengas bastante razón ¿de qué vamos a quejarnos nosotros comparándonos con otros paises y otra épocas históricas? He visto a personas luchar contra las adversidades más impronunciables del mundo una y otra vez sin desfallcer jamás, y otras sin embargo se hunden en un vasito de agua...qué se le va hacer, tampoco se les puede culpar por no ser tan fuertes ¿no? Por desgracia no todo el mundo creció con las mismas oportuniades, ni con las mismas herramientas, y es más...ni con la misma capacidad para adquirirlas, al fin y al cabo. En nuestras manos, en las de todos... queda ayudarles o no :)
    Y después de este rollazo que te acabo de soltar te felicito por tu entrada XD!!!
    Muy interesante el ema que expones y, como siempre, un placer leerte!!! :)
    Un abrazo inmenso!!!
    Favole

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  7. Jope! El comentario de tropiezos y trapecios es más largo que el propio artículo...Estoy mas de acuerdo con los comentarios que con el artículo.

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  8. Completamente de acuerdo en que hay depresiones de las que es muy difícil salir. En ningún momento quería cuestionar a las personas que la padecen sin tener realmente motivos. Cargo contra los que sí se miran el ombligo y deciden que están deprimidos y no tienen fuerza para levantarse de la cama, afrontar la vida y partirse la cara con ella. Los hay, y conozco unos cuantos. Desde luego hay mucho de trágico en algunos casos, pero mucho cuento en otros.
    Gracias a todos por participar en este espacio

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  9. Beno yo estoy de acuerdo contigo, sobre todo este último comentario, los que realmete sufren depesión espero que se puedan cuarar algún día y los que se lamentan de tenrla pero no la tiene, que se vayan de voluntarios a África para empezar a valorar más sus vidas!

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  10. Mala amiga la depresión, espero no encontrármela ni en pintura que además prolifera mucho en esta época...

    dirty saludos¡¡¡¡¡¡

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  11. Yo trato de despedirme de ella, como siempre por este tiempo del ocre al gris. No tengo mucho tiempo para pensar en ella ni tampoco motivos aparentemente determinantes. Pero aquí está cada poco tiempo viene a verme, se presenta vestida de sospechosa alteración, se queda convirtiendo todo en blanco y negro y cuando me tiene agotada y la soporto al fin se va... Así casi siempre, más o menos.

    Entiendo todos los argumentos , también conozco gente definitivamente desmotivada y desidiosa que pasa por depresiva para no afrontar cada dura mañana. Yo siempre digo que deprimida y todo, la ropa, la comida, el trabajo, la familia y la propia rutina que asquea en estas condiciones, tengo que atender igualmente.

    Salud amigos.

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  12. Genial entrada, no lo había pensado desde ese punto de vista.
    Aunque difiero un poco en algunos aspectos.

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