![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhexe-Alca8ecUf53SprcetFyJk-NqdTLjyJCjpL3uRKQ7RzkNld48vVq0uQ0qzvWy4zJyAY8MHhRtqLmPUpQ33S4xLJ0OObLDNm1cVYqZ1_P5ekjwF3RMhPOHDL25TnZTCNOsWXG0QAu26/s1600/CorredorDePlaya.jpg)
No se explica. Y vaya por delante
que os admiro tanto como envidio, lo cual, dado mi iconoclastismo tampoco dice
mucho de ese vicio que enseñáis sin pudor ni decoro. Os ajustáis las mallas al
paquete para que las calandracas no reverberen y acompañáis con una camiseta
específica para ese uso. A saber, si se trata de corredores domingueros, la de
propaganda más hortera; si hablamos de maratoneros frikis, una traspirable del
Decathlon que valen una pasta.
El mundo es un país libre y cada
uno en su tiempo de ocio autotélico puede barrer tantas dunas del Sáhara como
le salga de la escoba. Lo mismo da que te inclines a la filatelia que a la
parafilia, que conquistes mundos virtuales o cocines pasteles. Otra cosa es
saturarse. Los deportistas pasan de la mesura al exceso en dos zancadas. Salir
a dar pedales con la barriga sobre el manillar o echarse unos pádeles peperos con
los compañeros de oficina está bien, lo mismo que sudar el parquet del gimnasio
que para eso lo pagas, pero lo de los runners es de estudio clínico.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiAnFkrSvMcHGMIzs9NeStCGMPXqyrimFQ5SG9AwBwtMhxugBnUYOmK2TPMegv7wEFnr6OTBIqd8Kx3_m64aYSxJxnVhG77qOKdkN7ltKB9ozT-3zH4yH4hiOq39Ej0oPHeDL_vvcbp4A_/s1600/mt.jpeg)
Su afición es digna de estudio y
medalla al mérito deportivo, pero no la comparto. A menudo los veo derrengados,
con tirones, chupados, con la cara tostada a lo cangrejo por la ingesta masiva
de excesivas horas de sol. Y para ellos es muy importante, pero el deporte me
sigue pareciendo una novia a la que dejé hace tiempo y a la que no echo de
menos. Que se la tiren ellos dos horas al día. A mí ya no ponía. Además, me
dejaba exhausto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmDKwlY2i5_PJupJR7S4frPG4b_AcTE-yxJbzo_UWBWwPWDLuSQDoSEKxZqoPDjVHaFSlMJy7d0qfjvwxiAcKKHTlv8KSjNkNhIMu5OLPSbskMfhXSb6qPe4A-WOKAp6dtw-l3DrIXi86S/s1600/cc.jpg)
Hay cosas peores que ser corredor
de fondo. Privilegiados que arriesgan su estatus metiendo la mano en la caja,
yuppies que se taladran el cerebro con cocaína, ninis que se estampan con el
coche a 300 k/h, vagos que ven la vida escaparse entre sus dedos, orgullosos
demasiado cegados para ver que ya no refulgen como antaño o cobardes que nunca
le dirán a la chica de al lado que están enamorados de ella. Ante eso, y muchos
otros pecados, que castigues tus abductores y rodillas contra el asfalto del
amanecer es baladí. Por cierto, acabo de recordar que nunca dejé a la novia. Me
dejó ella a mí. Nunca pude seguirle el ritmo.
Interesante analogía del deporte con una antigua novia...A la que por cierto, no echas de menos...Jajajajajajaja....
ResponderEliminarYo hago deporte, pero el justo...Jajajajajaja...
Abrazo!
me ha gustado tu blog
ResponderEliminarY mucho
me ha gustado tu blog
ResponderEliminarY mucho
Pues yo no hago deporte pero reconozco que me encantaría tener ganas de ir a correr. Bien barato y eficaz para perder kilitos.
ResponderEliminarEstudio cerca de La Dehesa de la Villa, zona de yonkis y runners por igual, y para mí la imagen del corredor son aquellos con los que he compartido autobús para acercarse al parque a correr.
ResponderEliminarEs que para ellos la relación que tienen con esa "novia" es enfermiza, patológica, no se pueden dejar, no va de forma unilateral. Los llama y no pueden no hacerle caso. Supongo que todos tenemos "novias" de esa naturaleza en otros aspectos.
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