domingo, 30 de noviembre de 2014

Tratado educativo: 4. Las vacas sagradas

El mayor cáncer de la educación, después de las tijeras werterianas, son los funcionarios caraduras: individuos hastiados de la vida, recostados alegremente en su sofá laboral, sin ganas, sin reciclar, sin ilusión, sin motivación, repitiendo lo mismo año tras año, esquivando los segundos de ESO y los sextos de primaria, evitando las tutorías, y aburridos de sí mismos hasta la saciedad. Estos parásitos, que siempre se cogen la visita médica el día de más carga lectiva, que son incapaces de perder un recreo con los chicos, que nunca estudian ni actualizan su temario, estos nos están destrozando por dentro y por fuera. Cargan de trabajo a los demás y nos promocionan negativamente en el entorno extraescolar. Esa gente les puedo asegurar que no hace 40 horas semanales. Ni de coña, vamos.
El resto de docentes son profesores o maestros, algunos de carrera, otros interinos, que bastante hacen con intentar lavar la imagen que han dejado los intocables. A menudo con innovaciones, fotocopias, variaciones, videos, actividades, pizarras digitales, métodos revolucionarios... Y siempre derrochando una indescriptible ilusión, cariño por la profesión, simpatía por los educandos, respeto por sí mismos. Esa gente les puedo asegurar que no hace 40 horas semanales. Las rebasan con creces. Aunque cobrarse, no se cobran.


4 comentarios:

  1. Bueno, eso es, más o menos, lo mismo que pasa en mi trabajo (una empresa privada que nada tiene que ver con la enseñanza) Ante eso lo único que queda es la satisfacción personal, con uno mismo, de saber que cumples de forma honesta con tu trabajo.

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  2. Y sus conciencias impolutas...Es todo una basura, las leyes, el sistema, las.administraciones, el ser humano...Petardazo y a empezar de.cero!
    Abrazo!

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  3. Afortunadamente los alumnos se dan cuenta de qué profesor vale, se interesa por ellos y trabaja para darles bien la asignatura; y cuales sólo se dedican a pasar el tiempo y a esperar a fin de mes para cobrar.

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    1. Cierto y real como la vida misma, sin olvidar que detrás de cada una de estas "vacas sagradas" se esconde un equipo directivo que consiente, tolera y acepta la situación, no podemos olvidar que es su obligación y responsabilidad denunciar y tratar de evitar estas situaciones tan comunes en nuestros centros.
      No podemos olvidar que tan culpable es el que comete la irregularidad como aquel que la encubre, ¿de que hablamos pues? corporativismo?, miedo a las represalias?, ignorancia?...
      Estas situaciones son de lo mas común en nuestros centros escolares, sin embargo es un echo aislado encontrarte con algún equipo directivo que las denuncie, y la pregunta sigue ahí... ¿porque toleráis estas situaciones?

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