![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbb-GGnCOVZaj0INJp4vEUSD1bBEY_J5oeHkH2OeFsY_7lqLsX5MAvqhUW5JTB1s9CxbgK-3U52vFamArMcpjvd_knjsD74MEy3NVlJrs7UADm9J9NzCYpJKUbF3lSjWrtc9JOzIEJaKyJ/s1600/cb5.jpg)
El rojo era multicultural, con un
ala moderna y otra tradicional. En total, 35 dormitorios. Algunos, auténticas
suites; otros, chabolas emparedadas. La mayoría de residentes de la zona
clásica se mudaban por las noches al área moderna, y si el conserje no les
pillaba, se quedaban ahí todo el curso.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPcPU9ZAJBRsoxA-JkZt2FqcYu7UfP5dAw22PlO_Ryp2ACqH4FGk-HUysBs3FPf8gfro5lK9Piey8moS9eWA12-rau4P0LnKH9gjRX1bozVKB-tBoGuB0Y5HQsEbkIIYnRuOoKBQu-tQmH/s1600/cb4.jpg)
El módulo azul era pequeño,
tranquilo, alejado del ruido. Sus catorce habitaciones eran una invitación a
otro ritmo de vida. Las vistas, además, eran privilegiadas.
La zona negra era grande, pues
albergaba nada menos que 54 habitáculos. La mayoría, en un estado lamentable:
atestados, poco higiénicos, con un comedor casi en ruinas… Para colmo, unos
cuantos abusones se habían hecho fuertes en los dormitorios y no dejaban vivir
a los demás.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_aL8oPYJ9B3X37rPxvwJt7u4kLPPVaekPqDBCIoW33-7HqDLIWRgXfN9RgekqJyUx_Y86lk3cUUGSGAcNwQ5VHE1eSbgGLDebPiBwgp2dWN3_u2TS0YH3jFjOPUp786YRk-4M25E2Ae5B/s1600/cb9.jpg)
Las visitas a otros módulos y
habitaciones estaban reguladas, aunque en principio no había mayor problema.
Otra cosa era quedarse a dormir, para lo que se necesitaba un permiso especial.
Las dependencias del área roja moderna y el módulo verde eran los más
solicitados, incluso por los residentes de la misma unidad.
Una brisa de rumores ventilaba
los pasillos de la zona verde. Se decía que en una de las habitaciones sur, España,
corría el alcohol y el sexo desenfrenado.
De hecho, cuando las españolas
caminaban por el pasillo, podían oírse silbidos y piropos más o menos soeces,
más o menos chabacanos, a veces hasta ingeniosos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTgY41s5VSRG1yjeAvc_OP_idn7Mzb6xN_OIil_rBGjIZtk0PYD3LNTNBcL2AQoE23ZKPLcHo8M_QXlyMu0r00B29hVpjIHY-4w5XAj9GDaYFvnoz1l9vZYTgcTsTC-V-VGYnuSF6uuCQf/s1600/cb6.jpg)
Los residentes que más habían
interiorizado esta fama, y que más la exteriorizaban al colarse en la
habitación, venían de Alemania e Inglaterra, dormitorios tradicionalmente muy
bien considerados en la residencia. No había noche que no se zumbaran a una
española o que no dejaran su marca territorial vomitando en el rellano de
España; a veces, hasta en la colcha.
Los estudiantes de la estancia
sureña empezaban a cansarse de tanta resaca, exceso ajeno y sobredosis de
fiestuki y otras sustancias, pero los alemanes e ingleses pagaban bien por
vaciar el mueble bar de España, y eso era pasta para hacer el master. Había
cosas peores. Las estudiantes provinientes de la zona negra cobraban por sexo.
También las colombianas y venezolanas. Hasta las rumanas y búlgaras.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvALvZjFUXoOYRFvoHHuIg_Uz17_cueIT-ydywm5yP61zeHL0IAAI2com6Cj8TcoFVrunHu7Ngq95Iq5I88TSoJgYOyFhWUkbTumQoIQv8DGVfVrqhfxR2HQpH66azmghzvixbc-KjwJpA/s1600/cb8.jpg)
No hay nada como la época de estudiante, nada...Ja ja ja...
ResponderEliminarSaludos Drywater.
Que recuerdos me ha traído el leer tu post, Dry. La facultad. Los amigos. Ese piso de estudiante hecho una mierda. Aquellas chicas q caían en la trampa o se dejaban caer. Esa casera diciéndonos q no echásemos la pota en la moqueta. Ay!! que tiempos. Gacias Dry por haberme hecho ser joven por un buen momento.
ResponderEliminarAbrazos genio maño!!