miércoles, 23 de octubre de 2013

Mi chica no me pone

Soy un hedonista de la psique bajo los efectos de las sustancias y sus revelaciones oníricas y alucinatorias. Vivo en un mundo que trasciende las convenciones de éste.

Sí, ya sé que está muy mal que la libido obedezca sólo a los estímulos visuales, a los reclamos corporales, pero los tíos somos así.
Cuando conocí a Minerva era un cielo. Tenía una tripita preciosa. Al principio pensé que estaba embarazada, pero no. Era así realmente. Las estrías adornaban sus enormes senos y la turgencia y la exuberancia reinaban entre montañas de grasa embelesadora. Con los años y el estrés ha adelgazado horrendamente. Se acerca peligrosamente a su considerado peso ideal. Está horrible. Ayer tuve otro gatillazo y decidimos tomar una decisión drástica: se va a operar. El doctor Manteca ya le ha hecho un estudio corporal y otro metabólico. Le quitará la glándula del azúcar para que pueda atiborrarse a dulces y no saturarse. También le quitará pecho. No me gustan tetonas. Y lo más importante: le va a poner un atractivo cinturón de grasa alrededor de la cintura. Sólo de pensarlo se me hace la boca agua. Creo que si come más y más glúcidos volverá a los 140 kilos. Echo en falta esos brazos rellenos y esos hoyos en los codos, la carita pepona y el cuello almohadillado.

2 comentarios:

  1. No hay nada que la cirugía o la bollería industrial no puedan solucionarte en este sentido...

    Un abrazo Drywater

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  2. Jajaja pues con la tontería me he acordado de la canción de vacaburra que hicieron cuando todavía existía "El informal"

    http://www.youtube.com/watch?v=6DvWWNgtyo8

    Aunque en realidad cuenta el caso contrario al que tu expones, pero bueno. Me la recordó igual.

    Un abrazo

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