martes, 27 de agosto de 2013

Agonía de congrio

Huelo a carne. Ahí delante. Qué bocado tan intenso debe ser. Qué olor tan penetrante. ¡Ñam!. ¡Arrrrrrrgggggggggghhhhhhh! ¡Pero qué es esto! Un anzuelo. ¡Mi boca! ¡He mordido un anzuelo! Duele.  Siento el hierro atravesando mi cara, la sangre difuminándose en el azul salino. El dolor. Cuanto más me revuelvo más me lo clavo. Están empezando a tirar. No, por favor. ¡Nooooooooooooo!
La luz es insoportable. El agujero se me ha hecho más grande. Aggghhhhhhhh, siento mi peso tirar de mí hacia abajo mientras me hundo más y más en esta púa de muerte.

Llega el cemento ardiendo al sol. Por fin. No lo aguantaba más. Risas. Hay muchos niños. ¿Se ríen de mí? Se abrazan. Se quieren a mi costa. Mi agonía es su felicidad. El pescador saca pecho. Se está haciendo fotos conmigo. No puedo respirar. Es horrible. Nunca pensé que la sensación fuera tan desagradable. Necesito agua. El aire me está matando. Un coletazo más. Me clavo todavía más profundo el anzuelo. Ni siquiera he podido comerme el cebo.
Viene gente. Todos miran hacia allí. Son dos turistas curiosos. Hablan con mi verdugo. ¡Me están haciendo una foto! Dice el pescador que debo pesar más de cuatro kilos. Un coletazo más. Los niños se alejan de mí, por si acaso. Todos me miran. Que se acabe esto. Que se termine de una vez.
No, por favor. No volváis a colgarme del anzuelo para vuestras frívolas instantáneas. No soporto el daño en mis agallas. Mi peso me estáaaaaaaaaaaghhhhh… matando. Una foto más. Una sonrisa más. Ya… casi estoy. Ya… llega la paz. Sé que me vas a hacer rodajas, pero… ya no me importa. Lo mío… acaba aquí. La agonía ah…ahora sólo es can…cansancio y…y….
[……………………………………………………………………………................................................]

3 comentarios:

  1. Agónico tu texto...Como la vida misma....

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Ya puedes escribir la agonía del toro, del ciervo, del atún, del jabalí...

    ResponderEliminar
  3. Creo que no voy a comer más pescado.

    ResponderEliminar