lunes, 30 de julio de 2012

La felicidad no se compra, no se come, no se bebe


Sin embargo, la institucionalización comercial nos ha hecho creer lo contrario. Millones y millones de consejos publicitarios nos convencen a diario de que nos gustan cosas que realmente no nos gustan. Nos alienan hasta engañar a nuestros sentidos. Así, la coca cola te hace feliz; con donetes tienes muchos más amigos; el mc donalds no colesteriza; las telepizzas son de calidad…
No hay nada mejor para una marca que grabarse en el subconsciente colectivo. Cuando uno va al mercadona ya sabe lo que quiere, dónde está y que color tiene la etiqueta. No hay elección que hacer. El cliente ya va a lo de siempre. Ya ha cotejado la relación calidad-precio y no necesita perder minutos en volver a comparar. La familiarización del supermercado ahorra tiempo a las marujas y garantiza fidelidad a la empresa. Negocio seguro. Aunque suban los precios uno o diez céntimos los clientes tardarán en pisparse. Lo mismo te pasa si vas al frutos secos el rincón. Uno sabe lo que quiere y no cambia fácilmente el producto conocido por otro más barato de otra tienda a granel.
Lo de la coca cola es flipante. No me entra en la mollera que te vendan felicidad, éxito, amistad y optimismo y la gente trague, cuando lo único que están bebiendo es estabilizantes, colorantes y muchísima azúcar. Si me gustara el refresco sería más fácil de convencer, pero también me atiborro a tigretones y sé que la alegría me dura lo que su ingesta. El tinglao de la publicidad es capaz de eso. Cuando uno no sabe qué tomar se pide una coca cola. ¿Qué tal un agua con gas?
El mc donalds también se las trae. Ya no porque te lo publiciten con “platos de cuchara” que son helados de esos de mentira, ni porque sus patatas de luxe tengan más conservantes que las momias de Tutankamón. Lo que es sangrante es que sus hamburguesas de juguete, abusivamente azucaradas, se vendan y la gente se las coma. Es que es grave: la gente piensa que de verdad le gustan. ¡Si sólo saben a goma y sacarosa enketchupada! Y encima duran dos mordiscos, que para quitarte el hambre debes pedirte seis macmenús. Sí, yo a veces como de esta mierda pero sólo cuando me obligan los compromisos sociales.
El telepizza es otro que tal mea. Desde luego los ingredientes no pueden ser peores. De calidad inferior, quiero decir. Y el precio no tiene nada de competitivo. Pero ahí que va la peña a engordarse el flotador. Admito que están más buenas de lo que deberían, pero es que algo atractivo deben tener. Si no, se irían al garete. ¿Será el extra de queso que no es sino suero de leche mal cuajada? ¿O los siete minutos de horno? No sé. Seguro que el secreto lo guarda el mismo que esconde el componente secreto de la coca cola. ¿No podrían también publicitarse las matemáticas y la enseñanza de idiomas hasta que la gente no quisiera ver el fútbol y prefiriera al Muzzy o los sudokus?

6 comentarios:

  1. Nos engañan y nos dejamos engañar porque tiramos a los fácil y al mínimo esfuerxo. Yo soy uno de esos "marujos" que hace la compra y aunque suelo tener productos fijos que compro en cada establecimiento, unas cosas en el Simply, otras en Mercadona, etc sí que sigo comparando precios porque ahí te la clavan hasta de un dia para otro en los mismos establecimientos.

    ¡Buen artículo!

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  2. Y así vamos, engañados desde la infancia, viviendo tras la ilusión de un logo que nos meten hasta en la sopa...muy buen artículo, si señor...un abrazo.

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  3. De acuerdo en todo, pero ¿Por qué no pones mayúsculas? No parece un error porque es persistente...¿Es algo simbólico?

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  4. Aahh!! Ahora creo que quitas las mayúsculas a los nombres para "desprestigiarlos"...muy curioso, muy curioso.

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  5. En Salamanca hay una inmobiliaria que promete la felicidad, y dice que tiene recursos para conseguirlo, así que ya ves...

    Dylan cantaba una vez acerca de que "la publicidad te engaña para que creas que puedes hacer lo que nadie hizo..." o algo así.

    Y en fin, es poderosa y maligna. Pero no es invencible. Tu post lo demuestra. Un abrazo :)

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  6. yo soy de la generación del magic english.. En mi opinión muy superior a muzzy ...
    Un abrazo Dry :)

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