martes, 4 de agosto de 2009

Athos (Epílogo)

Mamá

39

Ay pero a este chico que le pasa. Lleva varios días pidiéndome cuentas. Que cuánto dinero gasto, que si me hacía falta esa falda que la comprase, que porqué ahorramos tanto. Pues hija, debe ser la edad esta del pavo porque antes no era así. No era así. Lo de hoy ya el colmo, oye. Me viene y me dice que soy una rácana, que sólo pienso en acumular dinero, que soy un Tío Gilito, que soy un Scrooge, que vete tú a saber qué animal es eso. Le he dicho que hay que guardar para cuando él quiera ir a la diversidad o sacarse el carnet de conducir y se ha puesto como un loco. Parecía que estaba poseído. Ha comenzado a gritarme: “¡mamón, mamón, fuera, lárgate de esta casa, fuera, demonio, fuera!” Es que daba miedo, ¿eh? Y a que cuentas me dice a mí mamón, si dubiera ser mamona, vamos que este niño se nos ha ido un poco pa’llá. Espera que se entere su padre. Aún le va a arrear con el cinturón. Que con él no valen las tontadas estas de críos. ¿Será posible que un gato silbe? Muertita me ha dejado.


Marta

2’

Mira, llevo ocho años de profesora de educación física y lo de hoy no me había pasado nunca. A qué me pondré de pareja de los raritos. El caso es que a mí este chico me caía bien. Siempre me había parecido un poco marciano pero buena persona. Eso sí, con muchas ganas de llamar la atención y pasar desapercibido a la vez. Este maldito top de gimnasia no me lo suelo poner porque marca mucho escote, pero es que tenía los otros sin lavar o planchar, y no me acordé. Pues dije, bah por un día no pasa nada. Aciago el día. Resulta que hoy estaban impares, me pongo con Athos y oye, los ojos que se le iban pero con un descaroooo. Y claro, todos mirándonos y muertos de risa, que más quieren. Que si Athos es un salido, que si me está mirando ahí. Claro, yo he pegado un grito y los he puesto a correr, pero el cachondeíto ha durado toda la clase. Menudo sofoco llevo. A que dejaría yo el colegio de curas si casi cobraba igual y los críos se comportaban mejor.


40

¡Habráse visto este Athos! ¿Pues no me insinúa que he cogido kilos diciéndome que se me veía más rocosa? Y todo pesadito que si debería comer menos, que si me estoy poniendo muy fuerte. Mira, cuando me ha empezado a decir que un profesor de gimnasia debía dar ejemplo de cuerpo atlético ya es que me estaba poniendo de un mal humor… Pero luego ya, cuando se ha puesto a gritar como un loco: “¡Belcebú, malavenido, sal de aquí, demonio!”, entonces es que ya no he podido más. Lo he mandado a Jefatura pero por la vía rápida. Y él ni caso. Ha estado allí histérico hasta que le ha dado la gana de marcharse. Esto no se puede tolerar, claro. A ver qué dice dirección, pero creo que deberíamos expulsarlo o que lo internen. Este chico no está bien de la cabeza. Menudo año me está dando el nene.



Juan

4’

Este Athos es un primaveras. Se piensa que la reina de los guays ha venido aquí por su atractivo personal. ¿Cuándo se va a enterar que somos un cero a la izquierda y que sólo están aquí para reírse de nosotros? La tipa esta sólo quiere saber por qué Athos se llama Athos. Luego irá corriendo a rajarlo. Que nos llaman los frikis. Y que esos no son nuestros amigos. Pero Athos ahí sigue. Obcecado. Qué hostia se va a dar. Los que nacemos perdedores moriremos perdedores. Poco importa que queramos cambiar nuestra estrella o rebelarnos contra este mundo de mierda. Nunca tuvimos opción. Tan sólo somos lo que nos dejan ser.


11’

Ha pasado mucho tiempo desde que Athos y yo éramos amigos. Hoy me ha pedido cuentas, pero no he querido hablar con él. No nos haría bien a ninguno de los dos. No quiero perder a uno de mis dos únicos amigos, pero hay que bajarle los humos. Si no se volverá engreído, prepotente y subido, y el bofetón que se dará será impresionante. Sólo de pensar en cómo ha cambiado se me enciende el cráneo. Es que no soporto que venga a pedirme perdón exigiendo que en el fondo sea yo el que se disculpe. ¡Viene con un aire de superioridad! Debe pensar que me hace un favor o algo. Que le hable Miguel si quiere. A mí no se me deja tirado hoy sí y mañana no. Sólo pido un poco de coherencia.


41

Gilipichis. Merluzo enfermo. Está de encerrar. Hasta ahora he esperado paciente a que se le pasase el delirio de grandeza y que los pájaros dejaran de revolotear por su cabeza hueca, pero lo de hoy ya pasa de castaño caoba. Me viene el tío, me empieza a llamar “Leviatán, Leviatán” y se pone a hacer gestos rituales con las manos. Me ha dicho que saliera de allí y le he contestado chulesco que no me iba porque él lo dijera. Estaba todo rayado, entre demente y apocalíptico, soltando mierda: “La envidia, la envidia te ha invadido. Leviatán te ha comido.” Yo le he contestado que me comiera él la polla, pesado trepa oportunista chaquetero. Seguro que era otra apuesta de iniciación con los guays o algo así. Se ha echado a perder y encima nos está amargando a los demás.



Miguel

6’

Se veía venir. El Juan ya no le habla al Athos. Yo le he dicho que no se fíe de la Silvia, que le están vacilando y que es todo un montaje. Se ha puesto hecho un basilisco. Y todo por decirle que la Silvia y el Román siguen juntos. Si se ve fijo que se están riendo de él, que están conchabados. Nos llaman llamando los frikis. El Athos es el pollo friki. Pero se lo dices al Athos y parece que no te escucha. Te mira como si él estuviera por encima del bien y del mal, como si eso no fuera con él.


29’

Esto no puede continuar. Cuando el Athos aparece el Juan se marcha. Me están rayando mogollón. Hasta le he pedido al Athos que se disculpe con el Juan. Pero es muy orgulloso. Ha cambiado mucho y se piensa que es alguien, por culpa de esa chica. Antes no era así.


42

Lo de hoy ya el colmo. Llega el Athos, le monta el número al Juan y luego me lo monta a mí. Que si yo también tenía la culpa, que si pim, pam, pum, que si la pereza me impedía salvar la situación, que si me iba a redimir, cómo se le iba la pinza. Y luego se ha puesto a jurar: “¡Belfegor, Belfegor, sal de Miguel, yo te lo ordeno!” Y venga con la pereza. ¡Pues si madrugo más que él!


Tío Óscar

10’

Este chico es un blando. Se le comen el pan por todas partes. Si yo estuviera allí no pasaría nada, pero es que tiene que espabilar él sólo. Los demás no podemos estar sacándole las castañas del fuego siempre. Tal vez hable con Gloria. Algo debemos hacer para revertir la inclinación del chaval. Cuántas hostias se va a dar todavía. Y él en sus mundos de yupi, creyendo que la vida le tiende la mano con una sonrisa sincera. ¡Qué complicada es la pubertad!


16’

Me ha contado Gloria que Athos está saliendo con la chica más popular del instituto. Y me ha sonado a situación fraudulenta. He hablado con él y me ha jurado y perjurado que son novios y que su relación tiene perspectivas esperanzadoras. Yo no lo veo nada claro. Me parece que mi estimado sobrino confunde el yo ideal con el yo real, y que lo que para él supone un triunfo no es sino una chiquillada de un grupo de frívolos, una bromita. Se lo he insinuado y se ha puesto todo digno. Casi se enfada. Al final he hecho como que me lo creía para que no le entrara el berrinche, pero creo que le están tomando el pelo. Es demasiado infantil para que una chica así pierda su tiempo con él.


43

Tiene serios problemas. Estaba muy nervioso. Me ha mirado como si me traspasara. Yo quería pedirle cuentas por insultar a su madre. La conversación ha empezado a subir de tono. Me ha dicho que yo también era falible, cosa que ya sabía, y ha comenzado a desvariar. Me ha tachado de soberbio, egocéntrico y creído. Ha insistido con denuedo que la soberbia era mi pecado. Luego no ha dejado de farfullar “Lucifer, Lucifer, sal de tío Óscar”, así como si fuera la película de El exorcista. A ver si Athos está consumiendo sustancias… Tal vez deberíamos hablar con un psiquiatra, creo que su mente no sigue un patrón emocional correcto. Hablaré con Gloria ya mismo. Algo hay que hacer.



Silvia

2’

Lo que ha pasado hoy ha sido desternillante. Athos, uno de los frikis, se ha puesto a babear delante de la de gimnasia y se le han ido los ojos un taco hacia las tetas de la profe. Mira, yo es que no podía parar de reírme. Pero por favor, de dónde ha salido eso.


3’

¡Qué pesado está Román! Lleva toda la santa semana obsesionado con el friki. Dice que Athos no es un nombre, que se lo ha inventao. Ahora quiere que yo le sonsaque de dónde viene. Pues me hace una gracia que me vean con él… Hoy me he acercado, le he preguntado un par de idioteces y le he interrogado sobre el origen de Athos. Pero nada. Ya sabía yo que no iba a ser tan fácil…


5’

Esto se eterniza. Resulta que este chico tiene algo detrás de esa cabeza de serrín y los pelos de pollo. Hasta me cae bien. Lo malo es que no le saco el nombre y la gente empieza a murmurar. Confieso que a veces me hace reír y tiene muchos temas de conversación. Bah, no sé. Es mono. Nada más. El otro día casi nos morreamos por accidente. Imagínate que nos ven. ¡Qué corte!


9’

¡Qué burro Román! Menudo golpazo le ha atizado al pobre Athos, así sin comerlo ni beberlo. Fíjate que he ido a levantarle, y me ha gritado que lo soltara, como si fuera mi padre. Es que es muy celoso, pero no es mi dueño. No le gusta que estemos tanto juntos. Yo le digo que es para que me lo diga, pero a Román no le hace gracia. Piensa que disfruto con esto. Bueno, tengo que admitir que Athos es muy majo. A veces me da pena estar manipulándolo. Pobre, lo ha dejado hecho un asco el muy bruto. Ayer vino a casa y estuvimos estudiando matemáticas. Le enseñé todas las habitaciones y él empeñado en que le dejara entrar al almacén del abuelo, que lleva cerrado diez años. Oye, que si la puerta turquesa, que si tal, que si cual. Igual se pensaba que había un tesoro dentro, el muy plomizo.


12’

Creo que hoy me he dejado llevar. Estoy tan agobiada con Román, y está tan pesado con todo… que no he podido evitar desahogarme con Athos. Creo que me he ido un poco de la lengua, hasta le he dicho que Román y yo ya no somos novios. Luego me he derrumbado y el me ha abrazado con mucha ternura. ¿Me estaré enamorando de Athos, el pollo friki del instituto? Le he dicho que es demasiado bueno para mí. Por favor, que se vaya, que me deje, pues no tengo valor para decirle la verdad, y esto se complica por momentos. Yo no quiero hacerle daño, pero es que Román me está presionando mucho.


15’

Ayer volvió a preguntar por la puerta turquesa. ¡Qué fijación, por Dios! Me puse un poco borde y se lo tomó a mal. Hoy le he pedido disculpas y va y me casca un beso en la mejilla delante de todo el instituto. ¡Será imbécil! ¿Pues no ve que nos ven todos y van a pensar mal?


30’

No sé por qué motivo Athos se ha pegado un mes completito sin dirigirme la palabra. Hoy le he pedido explicaciones y me ha cambiado de tema. Nos hemos pegado una buena charrada. Al final le he confesado que Román y yo seguíamos siendo novios. Le he vuelto a preguntar por su puñetero nombrecito de los santísimos para acabar ya con toda esta intriga y se ha ido haciéndose el importante. Demonio de niño. Además me parece que Román trama algo. Desde que le dije que Athos pregunta mucho por el almacén no para de maquinar.


34’

¡Qué extraño! Me manda papá un correo pidiéndome que le traiga las llaves al trabajo y luego resulta que no era su móvil, y que no las necesitaba. El número estaba protegido, como el de papá, y he picado. Y cuando vuelvo a casa me encuentro que Athos, con el que estaba haciendo el trabajo de lengua, se ha pirao. No sé pero a mí me da que Román está detrás de esto, pero fijo además.


44

Esto es muy fuerte. Dicen que a Athos se le ha ido la pinza. Con lo de hoy ya me lo creo. Ha entrado en clase a mitad de hora, me ha dicho que saliera y me ha empezado a soltar burradas, que si era una zorra, que si la lujuria me estaba sorbiendo el seso, que si pecadora, que si me vio follando con Román en casa. Me he quedado super peripuesta, avergonzadísima, y le he soltado un tortazo gigantesco. El mundo se ha detenido por dos o tres segundos. La gente parecía paralizada como en una película de terror en el museo de cera. Parecía que el instante no acababa nunca. Él se mordía el labio inferior con rabia. Yo le contemplaba con sofoco, indignación y culpa. No tenía que haberle golpeado con tanta saña. Los maniquíes seguían clavados en sus posturas, pero se miraban unos a otros sin saber qué hacer o qué decir. Entonces Athos me ha mirado con cara de odio y me ha gritado: ¡”Asmodeo, Asmodeo, demonio inmundo, suelta a mi chica”! Y cogiéndome de los hombros, ha empezado a sacudirme y agitarme. Yo estaba aterrorizada. Él parecía un loco en estado catatónico. Entonces han aparecido tres mozos del sanatorio y Athos se ha escapado corriendo por el pasillo. Los murmullos del instituto se hacían ensordecedores, pero mis ojos estaban clavados en las escaleras por las que ese chico al borde de su cordura se llevaba mi alma y mi inocencia.


45

Han pasado veinte minutos desde que Athos eludiese a los loqueros. Ignoro si lo habrán cogido ya o no. Muchos se han marchado a la calle a ver qué pasaba. Otros se han quedado en mi pasillo, violando mi intimidad, cuchicheando. Que lleva varios días muy extraño. Que está para encerrar, que ha visto demasiada televisión. Que da miedo y risa a la vez. Hay Dios mío, que está muy mal, que algo le ha pasado en su cabecita. ¿Qué te he hecho, pequeño? ¿En qué me he convertido? Athos, ¿qué irracionales fantasmas merodean por tu psique y corrompen tu juicio?


46

No tenía que haberle seguido el juego a Román. Tonta, tonta y cobarde. Ese chico podía ser un friki, torpe e ingenuo, pero tenía corazón e ilusiones, muchas más que un macarra desfasao y fanfarrón. Nadie sabe lo que estoy sufriendo. Esto debe acabar ahora. Ha llegado el momento de recular y deshacer el daño que le he causado. No seguiré con Román. Está decidido. Ojalá llegue a tiempo de decirle a Athos que lo siento. Merece la verdad y odiarme a conciencia o perdonarme a duras penas. Sólo le pido al cielo que no sea tarde, que me deje reparar todo lo que hemos roto, que Athos recupere su vida y pueda castigarme como me merezco. Mezquina y vil, eso es lo que soy.



Román

2’

Qué gili, el friki. Va y se queda todo mico clavando los ojos en las tetorras de la Marta. Será vicioso. E inútil. No me extraña que lo llamáramos friki. Es que lo es y se lo gana a pulso. Pero te partes con él. Los frikis dan mucho juego. ¿Por qué lo llamarán Athos? Seguro que no es un nombre. Igual se piensan que son los cinco mosqueteros y Dartacán. Mira, pues ahora me ha picao la curiosidad. Voy a mandar a la Silvia a descubrirlo, si voy yo es que le parto la cara seguro, y entonces no sabría su nombre, ah, ah, ah.


6’

Mira, es que voy a meterle a ese imbécil, ¿eh? Es que el muy ladrillo se piensa que Silvia está mínimamente interesada en su culo de pollo. ¿Será gilipollas? Es que voy a ir y le voy a arrancar la cabeza. Una hostia, pim, por baboso, y otra, pim pam, por gilipollas. Friki de mierda, desgraciado, ignorante que le hace chistes a mi churri. Te arranco los huevos, ko, y luego me cago en tu puto nombre y la madre que te parió, friki, raro, enfermo. ¡Bicho!


9’

Si es que se la estaba ganando. Todo era sencillo, hasta para un raro como tú. Le dices a Silvia por qué te llamas Athos y ya está. Pero no. Tienes que hacerte el interesante. Y ha pasao lo que tenía que pasar, que te he partido la cara, gilipollas. A qué te vas a su casa a estudiar, friki. Si es que me estabas provocando. Y a qué te encoñas con la puerta verde, gilimemo, que eso es terreno vetao, pollo. Pues mira, ahora te vas a comer la puerta turquesa por mis santos huevos, y la vas a aborrecer, ¡frikipollo! Se me está ocurriendo una de mis jugadas. Te vas a enterar. ¡Silvia, ven aquí! Tienes que hacerme un favorcito con tu amiguito el pollo. Y nada de chorradas, nena, que papito está al loro.


23’

Qué hijoputa el friki. Me ha dado un susto de muerte. Estábamos pegándonos un homenaje en la cama de Silvia y lo veo entrando al caserón. Ella ni se ha pispao. Este capullo me quiere joder la sorpresa de la puerta. Pues no le voy a dejar, aún no está lista. Total que me subo y hago un poco de ruido. El tío ha dao un respingo que casi se da con el techo. Y yo abajo, haciendo como que había ido a coger algo del garaje. El muy gilipollas ni se ha percatao de que yo sabía que me había visto. Vuelvo a la habitación, le digo a Silvia que no era nada y la sigo taladrando a la muy zorra. El friki se ha quedao fuera mirando como se la clavaba a su amorcito. Igual podía haber aprovechado para curiosear el almacén turquesa o incluso habernos cortado el tema, pero yo sabía que no tenía cojones para ninguna de las dos cosas. Y ahí se ha quedao, contemplando la montada. Toma, pollo, pa’ke te enteres de quién se trajina a Silvia y quién se mata a pajas mirando fuera. A veces no podía evitar reírme, es que se le oía y todo al salido de él. Me he puesto a cien, no sé si es que me gusta que me miren porque soy un jodido exhibicionista o era sólo el pensar lo mucho que le iba a gustar y a joder a la vez al pringao de ahí fuera. En cualquier caso la sesión ha sido de manual. Jódete, Athos, jódete y quédate con la estampa. El único que folla con Silvia aquí soy yo, el menda, Román el gimán, y tú a soñar con puertas verdes y mocos azules.


34’

Ahora sí que sí. Silvia y Athos estaban haciendo el trabajo para el instituto. Acabo de mandarle un mensaje a mi cari diciendo que soy su padre y que le lleve las llaves de casa ya mismo al trabajo. No es la primera vez. Menos mal que el friki se ha quedado haciendo el trabajo, y es que la estúpida de Silvia quería que le acompañara. Casi lo caga todo. Tengo cuarenta minutos. Ahí sube. Le ha costao. Aquí está todo preparado. He parao todos los relojes. La grabación y el hidrógeno están listos. La luz azulada también. Te vas a cagar, friki.


35’

Acojonante. Ha salido de puta madre. Cuando me he puesto a hablar con el distorsionador estaba cagao, pero de verdad. El cabrón estaba muerto de miedo, pero no ha querido decirme de dónde viene Athos. Da igual. Le he soltado el rollo de Dios y la creación y se lo ha tragado todo. Menos mal que cuando ha querido marcharse no ha atinado a abrir la puerta. Estaba aterrorizado. He tenido que calmarle un poco, si no me arruina el plan. Luego le he lanzado el libro desde la escalera. Es un viejo tomo que mangué en el museo. Al parecer está escrito en hebreo. No tengo ni puta idea de lo que dice, pero en la última página he escrito las instrucciones en castellano. Seguro que las encuentra.


47

Joder. No sabía que iba a salir tan bien. Román, te has superao. Llega el friki de Athos en plan iluminao y me dice que soy Satanás pero que no es culpa mía porque estoy poseído y que él me va a salvar. Que si la ira me dominaba y que por eso era tan agresivo con todos. ¡Será pringao! Le he empezao a meter pero es que se ponía todo apocalíptico como un cura que se viene arriba en el sermón del domingo. Me ha entrado la risa y ya no he podido parar. Me he quedao super relajao. El friki, sangrando por la ceja, ha empezado a decir que ya me había salvado, que Satanás se había marchado de mí gracias a su coraje, y que mi ira se había marchado con el demonio. Mira, en eso lleva razón, ya no tenía ganas de matarlo a hostias, es que me lo estaba pasando mejor que si me hubiera metido tres rayas. Y hablando de rayas, todo esto ha empezado por empeñarte en entrar en mi picadero donde Silvia y yo hacemos cochinaditas y guardo la coca y las chinas. A ver si ibas a descubrir mi arsenal y te haces yonqui, so atontao. La puerta turquesa, la puerta turquesa. ¡Gilipollas! ¿Pues qué va a ver ahí, imbécil? Un sofá, condones, papel y chocolate. Lo normal. Pero es que tú no eres normal.


48

Coño, que no lo cogen, ¿eh? Ahora, ahora lo tienen. Qué tío, casi llega a casa de Silvia. Y allí sigue con su rollo, la puerta turquesa, Dios y su misión de los cojones. ¿Pero no se da cuenta de que le he estado vacilando? A ver si se le ha ido la cabeza de verdad. Pues no será por esta chorrada. Ya vendría de antes. Así, tú sigue así que no te van a soltar. Si cuanto más te revuelvas más días te vas a pegar con la camisa de fuerza, elegido.



Libro sagrado

38’

“Athos, el mundo se desmorona. La corrupción, la maldad y la ambición se comen a la humanidad. Nadie ayuda a nadie. Necesito alguien puro, carismático, noble y fuerte. Alguien como tú que salve el planeta de esta caída libre en la que está sumido. Alguien que revierta la perversión de sus allegados, y que éstos a su vez purifiquen a otros tantos y de modo piramidal la gente se irá convirtiendo a una nueva era de paz, amor y bondad. Han pasado 2000 años desde que yo lo hiciera, por medio de Él, ahora debe volver a hacerse, y será a través de ti, el nuevo Mesías. Deberás probar que eres digno de la misión que te encomiendo. Un reto que probará tu pureza de espíritu y tu valía. Si lo superas, y accedes a un nivel superior de entendimiento humano y divino, entonces estarás preparado para La Revelación: El misterio del cielo, la muerte, la naturaleza divina, los enigmas científicos, los milagros, todo se entreteje en un tapiz místico hilado por mí en El Principio de los Tiempos. Y todo ello se entiende desde La Visión. Tú tendrás acceso a esa Visión con tus propios y pequeños ojos. Ahora, ante ti, tu sagrada misión: Los hombres se retuercen de vicio y exceso, personificados en siete demonios arteros que pervierten el mundo con sus debilidades capitales: Mammón (avaricia), Asmodeo (lujuria), Belcebú (gula), Belfegor (pereza), Satanás (ira), Leviatán (envidia), Lucifer (soberbia). Primero liberarás tu alma de todos esos pecados, renunciando a las inclinaciones humanas que conducen a ellos, como una vez hizo mi hijo Jesucristo. Segundo, cuando seas puro y bienaventurado, buscarás a esos siete demonios en tu entorno, pues se encuentran de modo predominante en cada uno de los hombres. Cuando los encuentres poseyendo a siete inocentes deberás expulsarlos de ellos. Intentarán vencerte refugiándose en los seres que más quieres, y es allí donde deberás vencerlos. Poco importará lo que tus amigos y familiares digan, deberás salvarlos de sí mismos y de los males que los putrefactan. Tercero, cuando hallas exorcizado a los siete malditos de siete de tus amados, volverás aquí y oirás y contemplarás La Visión. Entonces y sólo entonces serás el nuevo Mesías. Ahora eres sólo El Elegido.”



Sanatorio Provincial, planta siete, enfermera adjunta

51

En dieciocho años de profesión he visto casos muy tristes, pero como el de esos muchachos ninguno. El chico entró con una paranoia esquizoide de grado 3, y lejos de suavizarse se agudiza. La niña no ha dejado de venir cada día en los tres meses que lleva aquí. Se nota que está super enamorada, y además es una monada. Cada vez que viene a ver a Athos acaba llorando. Pobre. Le dijo el otro día que había dejado a Román, que imagino que será su ex novio. Pues cariño, no sé cómo será el otro pero éste no está muy pa’llá. Haber seguido con él. Me temo que Athos tiene para varios años aquí, si no es para siempre… Hoy le ha preguntado de dónde viene el nombre de Athos. Él, todo solemne, ha dejado de hablar de misiones divinas y demonios que alienan el mundo y simplemente ha dicho: “Me llamo Antonio Óscar, pero no me gusta; prefiero Athos.”


FIN DE ATHOS

8 comentarios:

  1. Pues vaya epílogo largo. Pero me ha gustado la historia.
    Un saludo

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  2. Yo también creo que es largo (bueno, en realidad, cuando te pones a leer un libro lees bastantes páginas de vez) pero me ha gustado mucho. Es muy ingenioso.

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  3. Sí que es largo. Tal vez este tipo de relatos cortos son demasiado extensos para un blog, pero,pese a tener pocos lectores, me apetecía publicarlo.
    Gracias por las visitas

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  4. pues ami que sea tan largo me ha entretenido, me ha gustado mucho, publica otro que yo estoy enganchada!muy bueno en serio.

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  5. A mi también me ha parecido muy interesante, aunque creo que sería mejor leerlo en papel. ¿Por qué no lo publicas?

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  6. No descarto autopublicarme en un futuro. No es demasiado costoso.
    Un saludo

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  7. esto esta bien; un poko fumao el atos

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  8. Pero como se te va la pinza, pero me ha gustado, ¿eh?

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