![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZfU_ppRZof2KiIO1ABlb5wuKQABer7YB65_gXkqCeiWJn2bFlICyj3adXKsw4tJeMjeQmdqTElO_IQ60td53Plb7QYtnLBzD7_KwtI5CP__ATeX0yJq5Oo0VXZHxU7SB60EtF6LDYt5xs/s1600/rae.jpeg)
No pasa nada. Uno es de la generación
tigretón y Mazinger Z, ha visto a Naranjito volverse verde, a Chanquete morirse
siete veces –y eso que Verano Azul no me gustaba–,
a los dos rombos de la tele
jodernos la película del sábado y al coche de El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra darse
en cuatro ocasiones la misma castaña, pero tiene capacidad de adecuarse a las
nuevas tendencias: la wikipedia va a misa, si lo dice Marca es cierto y si no
tiene whatsapp no existe.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCw_CM1eUdt4t3papazjS_VJ1kcf8palt3iKhl02ZbbAcXb04D0WzGH-Ie5bAn4dsKC4-DIkPg9nU0AMsWbXGK8Xc4TiYkxmCgkzhxca8E48H1X1mPIOUFp2i0DLezx7H8tepeJtBK2lIK/s1600/mz.jpeg)
Bueno, pues ahora resulta que
toda mi literatura no es ortográficamente correcta. Y ya no digo los clásicos,
aquellos ensayos fechados cuando la crisis era perder tres partidos y no tener
seis millones de parados. Me refiero también a los escritos que a día de hoy no
cumplen la norma ISO 9000 ni superan la prueba del algodón.
Vale que en muchos
casos la RAE
recomienda y no obliga –dícese sólo,
éstos, aquéllos sin rúbrica–, pero a guion,
truhan y hui, por mucho que mi
office 2003 los ruborice, ya no se les puede enfatizar.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh1vyfjoxawYyjZBeJG3iZIubylG816-YPlCfDVvgIGBmSH8tIY9UoxiZx74RVpM2VlC_PIiZ8vpiRd413kEn-oWIZUY69_z0dErRTMcoukqKVngcBK81NDtYffV5osxYXgZefeteGN-Fa/s1600/m.jpeg)
A mí lo que me desazona de todo
esto es que la lengua es de todos, sí, y es el hablante y no las instituciones quien
determina el futuro lingüístico de nuestras manifestaciones verbales, pero me
da la fúnebre sensación de que en lugar de prescribir lo correcto se han
limitado estos zánganos a describir lo equivocado y darle un valor que no
merece. Ya sé que los ninis, el facebook y el whatsapp acabarán destrozando el
idioma en tiempo récord, que se fumarán las haches y se echarán las cus en los
pelotazos como si fueran cubitos de lengua, que diezmarán mi bienamado alfabeto
castellano hasta usar sólo veinte letras, pero, ¿por qué darles el trabajo
hecho?
¿Por qué premiar al patán con los inmerecidos laureles de la
legitimidad? Y lo peor: ¿por qué castigar al culto, al cuidadoso, al esforzado
que se metió la tinta en las venas hasta dar pie al traído refrán que hablaba
de inyectarse letras en las trasfusiones sanguíneas* y conminarlo injustamente
a un imposible reciclaje ortográfico?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyWJJ5gXWPnQwGCW3LZThUuWrElKj7yeBssa_SwggtIiLz3XH1atWWDOKuGU3jR6lIbF73bSybZUpthVv0ukJRCPNtveKICUp0MRMM0b61ZRNv5pW3-fDklXdBODJftD_SKaEfNm-e1LOp/s1600/llbs.jpeg)
Pero tampoco debe uno darse de
latigazos. Bien pensado, el modus operandi de la RAE
respecto a la reforma lingüística tampoco se escapa tanto de otros comportamientos
similares. En España, en la actualidad, hay tanta corrupción e inoperancia que
el delito ha dejado de serlo y la negligencia la pagan los demás. En ambos
casos, ya no se castiga al infractor.
Yo propongo que todos afirmemos que la Tierra es romboidal con
topos y que Anita Botella sabe hablar inglés. En pocas semanas nos cambian los
libros de sociales y nos homologan a todos en nivel C2 de idioma moderno.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK5RifPYN2iz9uEyLz8DB0iYZOEmkFbd9cIBTgqdLvfLoyitmRcZsM-NIb-Ap8QoPd64qk5rL2e4Vctswx_vjgR7Wuk8UCyY1niz4Ro8lo1OuCQAkhrm5hDMjXzwDyIRtG5Ta5JP0dc4gs/s1600/rccl.jpeg)
La humillación sistemática que se
hace de la lengua es brutal. Y no digo en los móviles. Ésos y sus dueños tienen
carta blanca a la hora de mutilar compulsivamente el español igual que hacen
con los parques después de un merecido botellón. No. Yo hablo de los foros
donde el lenguaje debe ser clínico y preciso. No puede ser que en cuatro
minutos de telediario te comas tres faltas de redacción en dos titulares.
Que
cojan al becario y lo manden a por los cafés, como se hacía antes. O que se
chupe diez mil horas de mecanografía, pero que aprenda a escribir, joder, que según
el pavo de rotulación había alernas por
fueretes vientos y los de de CIU se habían vendido por cuatro chocalatinas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF0lenrBeqstLdNYgzs0kTGkcgaIkYvoCZ436yDA6IfcWV05JD6JVG3AptmGcMzQVXDUnzd0XqgftlwvqK-dYi-5_qDOP66_dm3JpSyY4OjY7NrmJsx2ZYHHIghSSsoihjSAx42Qirbgka/s1600/bbt.jpeg)
*Para los de la
ESO: “La letra, con
sangre entra”.
Los cambios en la ortografía (en mi opinión a peor ) son el reflejo de los cambios actuales. La ortografía también está en crisis.
ResponderEliminarEsto que nos cuentas es un ejemplo más de una sociedad que anima a no pensar por unos mismo. Para qué va a saberse nadie las mínimas normas ortográficas si luego te lo puede corregir la máquina. El problema viene cuando además de no saber es un coñaaazo andar cambiando todas las tontadas que te dice el word.
ResponderEliminarLuego hay cambios que no me cuadran como, por ejemplo, que a los antónimos ahora se les llame contrarios.... al menos en libros de 3º de Primaria
Creo que la norma a la que haces alusión no la sigue ni Dios. Ni siquiera la mitad de los académicos, algunos de los cuales ya se pronunciaron en contra en su momento.
ResponderEliminarSoy de los que piensan que cada cierto tiempo tienen que sacar normas "bomba" para justificar que hacen algo y que no son sólo un adorno. Normas que en la siguiente revisión serán otra vez sustituídas, reemplazadas por otras más absurdas aún. Y cuando no cuajen dirán que son "recomendaciones".
Un abrazo.