jueves, 7 de octubre de 2010

Patricio Márquez, el justiciero callejero

El arte no puede ser copiado; al menos gratis.

Ana Mosquejón volvía a los acogedores pliegues de sus satinadas sábanas tras una larga noche de Black jack y póker descubierto. La noche no había ido nada mal: 45 € y el teléfono de un ricacho. Ana no podía quejarse. Era de los pocos que iban todas las noches al casino y volvía con más dinero gracias a las generosas propinas de los efímeros ganadores. Es lo que tiene ser crupier.
El callejón de la traición era sinuoso e invitaba a las emboscadas, pero dar un rodeo implicaba once minutos de retraso. Al fin y al cabo, en siete años nunca le había pasado nada en ese tentador templo del atraco a mano armada. Ese día, por desgracia, la estadística se iba a estropear.

- ¡Manos arriba! No grite.
- Ay, Dios. Un atraco, ¿verdad?
- Si obedece no le pasará nada.
- ¿Va a violarme contra mi voluntad?
- Eh, no. ¡Levante las manos! Sólo quiero la pasta.
- Vaya. Por lo menos me va a registrar, ¿no?
- Bueno, si es necesario…

En ese momento una silueta inconfundible se recortó contra la luz de la farola al principio del callejón. Llevaba maletín y bastón, y un ligero giro de cuello perfiló unas gruesas gafas rematando su nariz afilada.

- Se ha equivocado de víctima, de callejón y de atraco.
- Vaya, ¿me va a detener el señor trajeado?
- Multar. Con eso bastará.
- ¿Cómo dice?
- Usted ha vulnerado los derechos de autor de José Antonio de la Loma y Aléx de la Iglesia. No se puede atracar así. Ese giro de muñeca tan amenazador con la navaja empuñada es original de “Navajeros”.
- Pero, ¿qué mejstás contando, tío?
- Esa expresión está sacada de “Perros callejeros”. Está usted delinquiendo al estilo del cine quinqui, y eso está penado por la ley de la propiedad intelectual. Su sorpresa de “La estanquera de Vallecas” sumará nuevas multas, y esa expresión chulesca de “Los últimos golpes del torete” también.

El chorizo incrédulo se abalanzó, acero en mano, sobre las generosas tripas de Patricio Márquez pero éste, utilizando un clásico recorte de gacela contra león africano sorteó el fatídico pincho, agarró al frustrado atracador por la cabeza y la empotró contra el cruel ladrillo de la pared como si fuera un mono intentando romper un coco contra un árbol. Acompañó toda la maniobra de un sonido gutural típico de los primates y una extraña danza animal. Los DVDs de National Geographic eran realmente la biblia de la defensa personal. Tras la exhibición Patricio se golpeó el pecho con ambos puños y lanzó al cielo de la noche un grito tarzanesco. Ana estaba alucinada y el ladrón no sabía si estaba soñando o era una broma del chichón de su dolorida cabeza.

- Quinientos veinticinco si paga al contado.
- Aquí tiene, pero no me chille más.
- ¡Eh, que ese es mi bolso!
- Señorita, yo no soy policía. No he venido a verificar si el bolso es suyo o del infractor. Yo sólo quiero que se haga justicia con la propiedad intelectual.
- Hay que joderse con los de la $GA€. ¿Va a dejar que me atraque este desecho?

El silencio del señor Márquez rellenó la pregunta retórica de obviedad. El caco sacó 600 euros del monedero y se reservó 75. Luego marchó a la carrera, aunque intentando no correr como en “Volando voy”, lo cual le confirió un aspecto muy estúpido. Con todo, escapó feliz de no ser arrestado. Patricio se dirigió a la víctima con ojos recaudatorios.

- Ahora usted. No se puede gritar así. Ya salía en "King Kong".
- Vaya por Dios. ¿Y cuánto más me va a salir la broma?
- 50 euros.
- O sea, deja que me atraquen, evita que se aprovechen de mí, y encima me multa por gritar como Marilyn Monroe.
- Fay Wray, si no le importa. Y faltan cinco euros.
- Pues es que no tengo más. Esto era la propina de la jornada.
- Está bien. Volveré mañana. Pero tal vez tarde un poco más en intervenir. Ese chorizo era un filón. Era clavado al Manzano de “El Pico”.
Ana Mosquejón decidió que llamaría al ricacho. Tal vez podría recuperar el dinero perdido y de paso que abusasen un poco de ella. Era muy duro ser pobre pero honrada.
Patricio Márquez repasó aquella noche el documental de “Gacelas por piernas” y la miniserie “Los titis le dan al coco”. Era evidente que podía perfeccionar la técnica de disuasión e inmovilización de infractores.

9 comentarios:

  1. Genial entrada, como es habitual XD

    Ciertamente conforme pasa el tiempo la sociedad general de autores y editores, inexplicablemente cómo, apoyándose en la ley, cada vez es más absurdo. Capaz que algún día llegue a este extremo.

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  2. y tan genial. Es realmente buena tampoco tendría mucho más que añadir que has hecho una metáfora y una parodia de la realidad en la que nos encontramos con todo ese tema... buenñisimo lo que me ejjjjstAS contando o algo así jajajaj que yo no tengo el mismo acento...

    un saludo

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  3. Y ahora han aparecido otros canallas no menos rastreros; la VEGAP. me ha avisado un amigo que ha tenido problemas con ellos por poner imágenes del ¡¡¡Guerrero del Antifaz!!! en su blog . Yo, avisado, ya me estoy preparando para mandarlos a la p... m...
    Menos mal que la familia Gago me ha avisado también diciéndome que cuento con su beneplácito para poner todas las imágenes que considere oportunas.

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  4. Este Patricio está en todas!! Es terrible!!

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  5. Cualquier día llegaran a ese extremo Dry, al tiempo. Muy buena entrada, llegando a parecerse cada vez más a los métodos utilizados por esos señores.
    Abrazos Dry,..nos leemos!

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  6. Hola Dry, creo que no eres amigo de los premios, pero haz como si no lo fuera y acepta este que te espera en mi Blog. Date una vuelta por alli.

    Abrazos!

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  7. Me da pavor comentar no sea que ese tipo me acuse de algún tipo de plagio en mi comentario... pobre mujer, que ni la soban y encima le han sablado bien la cartera... en fin...

    Prestaré más atención a los documentales de la 2 ;OP

    dirty saludos¡¡¡¡

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  8. Corsariosinrostro, acabo de leer qué es la VEGAP. Suena tan voraz como la SGAE. Menos mal que los Gago te apoyan.
    Recomiendo a todos los documentales de la 2. Yo veo uno cada tres o cuatro meses y nunca entero. :)
    Arkaitz, muchas gracias por acordarte de este vaquero del atardecer. Desde las sansebastianescas lluvias de Zaragoza te lo agradezco.
    Un abrazo a todos

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  9. jajajaja una vez más te has superado a ti mismo, está genial, la comparación así en forma ironíca y cómica. Sí es que ya estos de la SGAE quieren cobrar hasta por respirar...sigamos pirateando, pues la solución es que esten más al alcance o por lo menos más barato no que nos timen y nos quieran sagar más por usar la cultura, que es un bien común y por ello debe ser libre.xd
    Saludos.

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