martes, 3 de agosto de 2010

El Gran Rey de Reyes, de Eusebio Pellicena

Acompañar a Kyro en su Bildungsroman en busca del Gran Rey de Reyes supone bucear en las cenagosas profundidades del alma humana y hartarse de nadar en ellas hasta que su fangoso fondo nos ahogue o las marismas se tornen cristalinas y transparentes, según la dirección tomada. La obra de Eusebio Pellicena es un viaje no tanto físico sino existencial, donde lugares, personajes y acciones se alegorizan para plasmar el drama humano e invitar al lector a darle la vuelta a la tortilla vital con un par de huevos bien batidos.
El Gran Rey de Reyes es elegido cada diez mil años y semejante fallo puede condenar o salvar a la raza humana según su reino de procedencia, siendo Alegría, Rabia, Tristeza, Miedo, Amor y Resentimiento los más poderosos. Todos los demás, incluido el de Kyro, el Reino de la Sensibilidad con su sabia reina Delicadeza, simpatizan con los anteriores y les ceden su voto para hacerlo útil y decantar el futuro de los hombres hacia las lóbregas simas de la oscuridad o las esperanzadoras laderas de la bondad. Pero llegar a la Gruta de la Espiritualidad –el congreso de turno- no será tarea fácil para los sensibles, especialmente para su ingenuo embajador, Kyro, escogido por los valientes designios de Delicadeza, una suerte de hada, soberana dulce y madre freudiana con arrestos de maestra de la vida para el despertar madurativo de un individuo esencialmente bueno, pero sin desgaste experiencial. El viaje de Kyro y su comisión hasta el hogar del Gran Rey es tan sólo un aprendizaje que Delicadeza regala al más puro de sus súbditos para enriquecer su espíritu y volcarle toda su más escondida sabiduría. Por el camino sortearán valles de falsas esperanzas, pozos de tentaciones, montes de libertad, aburridas llanuras, oasis de felicidad, desiertos de soledad y mares de dudas hasta llegar a la Isla de la Luz con su Bosque de las Mentiras y su Colina de la Verdad, reducto ésta última de la Gruta de la Espiritualidad, hogar del gran monarca.
La transición a la madurez de Kyro comienza con la abrupta partida de su reino, y acaba con la decisión del Consejo sobre el nuevo Rey de Reyes. Durante el trayecto el embajador de Sensibilidad y el lector receptivo aprenderán a valorar las cosas, los momentos, las decisiones y las dificultades como parte de una profesión que todos deberíamos compartir con el campesino de los Montes de la Libertad: Vivir.

“Ahora sí entendía las palabras del hombre. Hay gente que vive sin vivir. Atados a sus obligaciones y deberes, en vez de a su voluntad, para no disfrutar de sus vidas. Ser libre es practicar esto último. Se puede gozar la vida trabajando, jugando, comiendo, paseando. Sólo hay que hacer una cosa: VIVIR.
Y vivir intensamente todo. Lo bueno y lo malo. Eso es la Vida.” (pág. 18)


Técnicamente, el fondo pesa sobre la forma. La expresión es nítida y sencilla y el autor carga todos su recursos estilísticos sobre el profundo simbolismo de los parajes y los hechos que en ellos acontecen, reflexionando sobre el trasfondo de la existencia humana con tanta curiosidad que a veces parece que El Principito se oculta en su juventud bajo los tiernos sentimientos de Kyro de Sensibilidad. Tal vez Eusebio Pellicena haga envejecer a ambos personajes en un futuro literario tan bello y metafórico como el que han dibujado Antoine de Saint-Exupéry y Alejandro Navarro Serrano, ilustrador a medida de El Gran Rey de Reyes.

PELLICENA, Eusebio. El Gran Rey de Reyes. Zaragoza: Ed. La Fragua del Trovador, 2010. www.lafraguadeltrovador.com

5 comentarios:

  1. No tiene mala pinta el libro, la crítica por lo menos me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  2. Buena recomendación. A tener en cuenta.

    ResponderEliminar
  3. Me lo apunto en mi abultada lista de posibles. Harían falta varias vidas para poder leer todo lo que quisieramos, pero este pinta bien. Gracias por la recomendación. Nos leemos

    ResponderEliminar
  4. A los que os animéis, se trata de un relato corto y de muy fácil digestión, aunque luego te dé mucho qué pensar...

    ResponderEliminar
  5. Sense dice

    No leo mucho pero igual me animo y todo. ¿Se puede bajar de internet?

    ResponderEliminar