domingo, 22 de julio de 2012

La Esperanza es lo último que se pierde

Una lujosa puerta maciza se abre con chirrío. Una madurita de ojos risueños y vestido estampado sonríe falsamente a la maruja impecablemente trajeada que acaba de llegar como si fuera la muerte. La sonrisa de la recién llegada pretende ser cordial, pero los ojos mezclan soberbia, agresividad, condescendencia, salvajismo, beligerancia, prepotencia, crueldad, astucia y mucha maldad. Tras la mabruja, tres agentes de la policía nacional y 25 peones de mudanzas comienzan a introducirse en la mansión y a sacar los muebles.
  
–Pero, ¿qué pasa, Dolo? –inquiere la casera– ¿Por qué estos hombres están llevándose mi recibidor? ¡Eh, que esa figurita de Lladró me la regaló Alberto!
–Lo siento, Espe –replica la trajeada–, pero te estamos embargando.
–Pero que dices, Cospe, si soy yo, Espe.
–Lo siento, mona, pero acabamos de aprobar una nueva ley. Se recorta el número de políticos autonómicos. Y con el nuevo impuesto de bienes inmuebles estás en números rojos. Te quitamos el mobiliario por el bien de España.
–Pero, Dolo, que tú también eres autonómica.
–Ya no. Ahora soy la número dos. Me ha nombrado Mariano.
            –¿Y Soraya?
            –Al paro. Había que recortar. Cobrará la prestación super reducida por ser excargo público. Ha tenido suerte: 245 euros al mes por la jeta.
            –Pero… ¿quién ha aprobado esta ley?
            –El consejo de ministros.
            –Si ya no hay ministros.
            –Pues eso: Mariano y yo. No queda nadie más.
            –No me hagas la puñeta, Cospe.
            –Lo siento, Espe. Llévese el espejo también, haga el favor, mozo.
            –Señora –responde el obrero–, que soy ingeniero de telecomunicaciones.
            –Pues haberte ido a Alemania. Aquí, mozo de mudanzas y gracias que trabajas. Igual cobras 700 euros, ¿o qué?
            –398, señora.
            –Aún te quejarás.
            –Son brutos. El mes pasado me llamaron de Hacienda y tuve que pagar de mi bolsillo. Mis ingresos no daban para el IRPF. Por lo menos cotizo.
            –Da igual, majo. Mariano y yo vamos a quitar las pensiones contributivas. Te morirás trabajando o de hambre, pero pensionista va a ser que no.
            –Pero, Dolo –insiste Espe–, ¿no hay nada para mí?
            –Puedes volver con Alberto.
            –¿Adónde?
           –Gestiona un banco en El Retiro. Creo que tiene palomas y todo. Se saca más de dos euros diarios en limosnas. La gente tiene memoria.
            –Ay, Cospe, ¿no hay otra cosa?
            –Lo siento, Espe, el bienestar de España es lo primero. Ahora la Merkel ya no desvía nuestras llamadas. Quítate los "John Lobb".
            –No pretenderás que vaya descalza, Dolo, por favor. Que somos amigas.
            –En política no hay amigas, querida. Te he traído las sandalias de Andrea. Se suicidó el mes pasado. La pobre, desde que no le tocaba la lotería no le salían los números…
            –Esto es humillante, Cospe.
      –Lo sé, querida, pero es por España. Ya no teníamos de dónde sacar. El 95% de los sueldos de controladores están retenidos. Hay un médico cada diez habitantes, lo malo es que no cobran. Hemos afianzado un profesor por instituto y dos maestros por colegio. ¡Y éstos cobran casi 500 euros! Las ayudas a la minería se han doblado: ahora hay diez parados por minero que colaboran gratis en sacar el carbón. Otra cosa es que luego tengan que compartir el salario. El paro no ha subido. Desde que no hay prestaciones en el régimen general, ya nadie se apunta. Las pensiones se han sustituido por un sistema de pago integral de sepelios. El que se muera, lo paga el Estado, y sin mover un músculo. Hemos agilizado la burocracia. Al cerrar comercios y ayuntamientos, no había trámites ni nadie para hacerlos. Ojalá salgan las Olimpiadas de Madrid 2032. Tenemos un montón de voluntarios para construir infraestructuras. Eso sí, no sé de dónde sacaremos la pasta. Espero que la Roja vuelva a ganar el mundial. Necesitamos dinerito fresco.
            –Cospe.
            –Qué, Espe.
            –Que creo que voy a llorar.
            –Venga, mujer, si sólo es un pequeño sacrificio. En quince años igual ampliamos el Gobierno. Ahora es que no llega, entiéndelo.
            –Oye, Dolo.
            –Dime, Espe, guapa.
            –¿Cuándo aprenderá Mariano a decir la “s”?
            –Cuando aprenda inglés, bonita. Hala, gracias. Ya hemos acabado. Me encanta tu casa. Debes pagar un huevo de ibi, ¿no?
            –Vete a tomar por el culo, Cospe.

7 comentarios:

  1. Ja,ja,ja!!! Muy bueno!!!

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  2. buenísimo, lo malo es que asusta y acojona un rato largo, ya que vamos hacia eso. La gente de orden viviendo de puta madre y el resto subsistiendo en la miseria. Vamos hacia la posguerra otra vez, pero esta vez sin tiros de por medio.

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  3. Yo también me he acojonado, todo resulta tan verosímil...pero he de confesar que leer acerca de las (improbables) tribulaciones de la tipa esta han sido prácticamente un sueño húmedo xDD

    Un saludo :)

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  4. Me levanto y aplaudo entusiasmado este sainete

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  5. Y me pregunto,..si estas dos andan así en tu historia siendo lo que son, como estaremos los demás, o sea, los currelas? Hummm!..miedo me da pensarlo.
    Jajaja!! pero es muy bueno.
    ¿Ficción? ¿Realidad? quien sabe, igual dentro de no mucho este relato tuyo se hace realidad.

    Abrazo Dry.

    PD: dime,..como va el terreno para tu cosecha,..lo has encontrado?...ya me contaras.

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  6. Menuda panda de bichos "la Dolo", "la Espe" y la madre que los parió a todos/as... muy ingenioso el artículo!

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