miércoles, 15 de septiembre de 2010

Morbo mediático

Durante años y años de sufridas bazofias televisivas, de hijos trepas de condesas por papeles, de viudas o ex-mujeres de matatoros, de geólogas metidas a presentadoras infantiles, de cobayas showtrumanescas con ingesta abusiva de ni-ni con red bull, de prostitutas de lujo con coartada de top model, de cuñadas de cupletistas fallecidas, siempre pensé que la marujería y el morbo no iban conmigo. Obligado por el monopolio televisivo a tragarme programas basura, realities y cotilleo barato, encima disfrazado de experimento sociológico o trabajo ennoblecido hasta los paradigmas de la ética periodística y la justicia divina, he podido bucear casi hasta ahogarme en la miseria humana. Parece que nos encanta todo esto: el que entra, el que sale, el que grita, el que se cambia de sexo, el que dice que canta, el que sienta cátedra, el que rompe el molde, el que se acuesta con la hija del periodista que un día vio al padre del dentista que le sacó una muela del juicio a la viuda del peluquero que se acostó con el adivino que se metía los pepinos por el orbe.
Yo es verdad que estoy harto de periodistas del corazón, presentadores desviados, princesas del pueblo, folklóricos a medio operar, toreros con muchos cuernos en sus paquetes, biólogas, hijos de cantantes, frikis de la telerrealidad, viudas de famosos, bragueteros colombianos y otros panes sin sal. Es entonces cuando agarro el poder y lo paso a los deportes, que resulta tan superfluo como lo anterior pero un pelín menos sórdido. Pero no. Me estoy engañando. Lo que más disfruto de la información deportiva, quiera admitirlo o no, no son las jugadas bellas, ni los resultados de mis equipos en riesgo de extinción, ni las clasificaciones. Lo que más me gusta es el barro: Que el de la tableta de chocolate le haga un corte de mangas al público y le silben; que fulanito se tire a la mujer de menganito y luego le niegue la mano; que cabezoncito llegue último con su coche y le lluevan las críticas; que miguelito se cabree y rompa la raqueta de un ostión contra el cemento; que botijita se caiga en el potro; que cuadriculado expulse a redondito de la cancha porque no cuenta con él; que zutano pinche y tabano se escape con la bici en plan traidor; que al merengón le metan ocho.
Lo admito. Es mucho más divertido que las cosas vayan mal. Sobre todo viendo cómo está el mundo: que la gente se muere de inanición, por artillería o ahogada en un mar de penurias o un terremoto de adversidades. Comparado con esto, que arguellao falle un gol en la línea o que pepino se choque con un árbol por dejar que una felación de tres mil euros le impidiera reconducirse en la vida y en la carretera, comparado con eso, decía, me parece estupendo y me voy a reír a gusto. Y voy a pelarlos mentalmente como el resto de la familia hace con los salvados de lujo, porque en el fondo son todos una panda de marcianos con graves desviaciones egocentristas. Os lo dice uno que no quiere ser famoso escribiendo bazofia sobre la bazofia.

7 comentarios:

  1. Vaya, te has despachado a gusto eh!!!!xd
    La verdad es que todo el mundo dice que esos programa son programas-basura, pero si siguen ahí, año tras año, es porque la audiencia lo respalda y lo ve, aunque luego todos digan que no, por detrás seguro que lo ven y lo viven como el que más...hay polémica en música, literatura, deportes...todo porque las personas se avivan con la polémica es lo que vende y es lo que a la gente le gusta ver, lo diga o no, lo admita o no...Besos

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  2. Nos gusta ver la miseria ajena, pero creo que esto va más allá, no es solo la telebasura o los programas sensacionalistas de la tarde. En un libro, en una peli, hasta en las canciones podemos encontrarnos "adormecidos" por el "deleite de contemplación" ante la miseria ajena.

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  3. Puff pues a mi la miseria ajena no me gusta nada verla, perfiero ver cosas que me pongan de buen humor, como Nadal ganado los 4 grandes. De todas maneras ya no veo la tele, así que no puedo opinar mucho en cuanto a la programación.
    Me gusta como escribes, me quedo!!
    Saludos

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  4. Menudo tema Dry. Nos esta tocando ver la peor televisión que jamás se ha hecho,..pero la vemos. Los chorizos aparecen en la tele contando sus hazañas y cobrando. Los cornudos nos cuentan de que tamaño se los pusieron en directo y cobrando. Vamos! que es la leche, Que somos masocas. Que esto es digno de estudio por los sicólogos y eruditos. A mi la mierda ya no me deja ver la tele, le llega por la mitad ya. Esta echando humo y temo que explotara en cualquier momento Dry. Me voy a esconder por si salpica y me cae encima la princesa del pueblo. Lo siento.

    Buena entrada Drywater,...abrazos

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  5. Ya sólo veo en la tele los partidos de fútbol, a ser posible sin voz de los comentaristas. Va siendo la única realidad que se puede ver sin que traten de comerte el coco los "hunos" o los "hotros" y sin que te quemes la sangre con la bazofia televisiva.
    Salud y paciencia

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  6. Tarde o temprano todo esta porquería televisiva debería acabar, no totalmente, siempre quedará algo, pero no tan abusiva.
    Siempre he pensado que para bien y/o para mal, todo tiene un límite. Y la actual programación (y falta de sentido común) lo sobrepasó hace bastante.

    Muy buena entrada.

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  7. Y qué tendrá esa miseria, que aunque nos joda admitirlo y nos joda contemplarla, a veces nos enganchamos a ella...

    dirty saludos¡¡¡¡

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