Soy un hedonista de la psique bajo los efectos de las sustancias y sus revelaciones oníricas y alucinatorias. Vivo en un mundo que trasciende las convenciones de éste.
Ayer estaba viendo una serie de porno murciano cuando aterricé, por culpa de la tecla equivocada, en la irreverente escena de un grosero banquete. Los inmorales comensales comían con la mano, chupaban sus dedos, mezclaban salsas, hacían ruido al ingerir. Para mayor escándalo, no era la desagradable maniobra de dos pobres cónyuges obligados a masticar en público por dinero o vicio. Era una bacanal de todos con todos: abuelos con dientes de metal, embarazas de cuatro meses –hay que ser enfermo-, sebosos cuarentones, monjas, hasta niños. ¿Puede haber algo más desviado que enseñar menores comiendo pollo y sopa con arroz? Casi me da un ataque. No me extraña que luego se vuelvan inestables con tanta inconsciencia. Si hasta existen clubs donde la gente se reúne furtivamente para comer en público, e incluso los cristales son transparentes para que los viandantes los vean denigrarse de ese horrible modo. Se llaman de modos diversos pero no por ello menos variopintos: Restaurantes, hamburgueserías, bares, pizzerías… horribles templos de calorías. El otro día estábamos en una orgía en el parque y pasó un sinvergüenza mordiendo un perrito caliente. ¡Pero qué asco! Nos quedamos todos fríos. A mí me dobló la erección, a fulanita le puso los muslos de gallina, a mengano le causó graves vómitos, y hasta zutana abandonó las riendas de su montura y se sentó desnuda a rezar, con el frío que hacía, por haber presenciado semejante aberración gastronómica. Dicen que quieren subir la edad de acceso a los supermercados de 18 a 21 años. Aún me parece poco. Vale que por obsceno que sea todos debemos alimentarnos, pero al menos que no hagan apología. Sobre todo por los más sensibles. Caminar, estudiar, cantar, follar, conducir, leer… son actividades sanas, cotidianas y al alcance de todos, pero los alimentos son terriblemente nocivos si no se toman en la más estricta intimidad. Como mucho con tu pareja. En fin, que cambié de canal horrorizado y pude desconectar con un trío extremo que echaban en la cinco.
El psiconauta impagable como siempre
ResponderEliminarMadre mía como se le va la pinza a este psiconauta.
ResponderEliminar¿¿¿¿¿Todo el día viendo pornooooo????
ResponderEliminarEs que el psiconauta se empastilla y ve el mundo desde otro perfil, y las cosas que a nosotros nos parecen inconcebibles para él tienen sentido y lo más lógico a él le resulta absurdo. Aunque, si lo piensas, algunas cosas del psiconauta son buenas o malas porque nos las han vendido así, y no porque realmente lo sean.
ResponderEliminar¿Habrà más capítulos?
ResponderEliminarMientras queden alcohol, drogas y opio el psiconauta seguirá investigando...
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