Sí, ya sé que está
muy mal que la libido obedezca sólo a los estímulos visuales, a los reclamos
corporales, pero los tíos somos así.
Cuando conocí a
Minerva era un cielo. Tenía una tripita preciosa. Al principio pensé que estaba
embarazada, pero no. Era así realmente. Las estrías adornaban sus enormes senos
y la turgencia y la exuberancia reinaban entre montañas de grasa embelesadora.
Con los años y el estrés ha adelgazado horrendamente. Se acerca peligrosamente
a su considerado peso ideal. Está horrible. Ayer tuve otro gatillazo y
decidimos tomar una decisión drástica: se va a operar. El doctor Manteca ya le
ha hecho un estudio corporal y otro metabólico. Le quitará la glándula del
azúcar para que pueda atiborrarse a dulces y no saturarse. También le quitará
pecho. No me gustan tetonas. Y lo más importante: le va a poner un atractivo
cinturón de grasa alrededor de la cintura. Sólo de pensarlo se me hace la boca
agua. Creo que si come más y más glúcidos volverá a los 140 kilos. Echo en
falta esos brazos rellenos y esos hoyos en los codos, la carita pepona y el
cuello almohadillado.
No hay nada que la cirugía o la bollería industrial no puedan solucionarte en este sentido...
ResponderEliminarUn abrazo Drywater
Jajaja pues con la tontería me he acordado de la canción de vacaburra que hicieron cuando todavía existía "El informal"
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=6DvWWNgtyo8
Aunque en realidad cuenta el caso contrario al que tu expones, pero bueno. Me la recordó igual.
Un abrazo