Qué cabrones los
del Inem. Me habían dado la alegría del año despidiéndome de la fábrica. Fuera
madrugones, fuera turnos y fuera máquinas estruendosas. Era la persona más
dichosa del mundo. Todos los días era lunes y podía tomar el sol.
A veces
estaba nublado, pero no me daba cuenta. Hoy ha llegado el cartero como un
heraldo de muerte. Sí, me han concedido la ayuda y ahora tendré que cobrar el
AIF por obligación. Por supuesto, no tengo nada que hacer. Fui forzado a
recibir la prestación y lo asumí sin quejarme, y ahora esto. Putos trabajadores
sociales. Se enteran de que no laboras y te arruinan la vida solicitándote esas
horribles ayudas económicas. Ya sólo falta que me llegue una oferta de trabajo
y tenga que aceptarla. Con lo que yo me he hecho a mi cama.
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Entre la ironía y el sarcasmo me has arrancado una sonrisa, puede que una de las primeras del día, y mira con qué tema tan escabroso como difícil.
ResponderEliminarPor eso, simplemente de paso te dejo un abrazo y te recomiendo que aceptes ese dinerito....que puede que mañana tengas que cambiar de colchón y almohada y te vendrán al pelo.
Suerte en tu cabalgada..
Ja, ja...anda que...con la que está cayendo!!!
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