XAO WAN LEI: Hijo, ya has cumplido trece años.
BEKELE: Así
es, padre.
MI XUN: Estás
notando cambios…
BEKELE: ¿¿¿¿¿¿???????
MI XUN: Tu
cuerpo está cambiando…
XAO WAN LEI: Tu sudoración, tu físico…
BEKELE: ¡Ah,
que tengo pelo en los huevos!
MI XUN: Por
Mao, hijo, qué explícito eres.
BEKELE: Culpa
vuestra, mamá. Es que los asiáticos sois de un honorable que no te enteras de
nada.
XAO WAN LEI: Bien, Bekele, tenemos que decirte algo.
Algo importante.
BEKELE: ¿Qué
soy negro como el tizón?
MI XUN: Eso
es obvio desde que viniste.
BEKELE: ¿Que
tenéis el pelo liso y los ojos rasgados y mis ojos son redondos y mi pelo
rizado a lo afro?
MI XUN: Eso
también lo sabes, Bekele.
XAO WAN LEI: Escucha y deja acabar, hijo.
BEKELE: ¿Que
sois japoneses y yo etíope, papá?
MI XUN: ¡Qué
te calles ya, pesao!
BEKELE: Uhhhhhhhhh,
racismo. Como soy negro…
XAO WAN LEI: Te voy a dar una hostia…. Eres un brasas.
BEKELE: Ah,
brasas porque soy negro.
MI XUN: Ya,
Bekele, ya.
BEKELE: ¡No
me digas! ¡Déjame adivinar! Soy adoptado y no sois mis verdaderos padres.
MI XUN: No
es eso, hijo. Es justo lo contrario.
XAO WAN LEI: Sí, Bekele. No eres adoptado. Eres
biológico.
BEKELE: ¿Cómoooor?
MI XUN: No
imites a Chiquito, que está muy pasado. Además, queda estúpido en un negro. Estás ridículo, hijo.
BEKELE: ¡Cómo
que soy biológico!
XAO WAN LEI: Pues que no te adoptamos. Naciste de
nuestro amor.
BEKELE: ¡Pero
qué me estáis contando, si soy un bombón y vosotros unos rollitos de primavera!
MI XUN: Los
rollitos son chinos, ignorante. Volviendo a lo de antes, pues sí, hijo mío. Yo
te di a luz. Parece increíble, pero no lo es.
XAO WAN LEI: Tu madre dice bien, Bekele.
BEKELE: ¿Pero
entonces me tuviste con un negro o qué?
MI XUN: ¿Xao?
XAO WAN LEI: Debe saberlo, Mi.
BEKELE: ¿Saber
el qué? ¿De qué coño estáis hablando?
MI XUN: ¡Que
no digas tacos, puto niño!
XAO WAN LEI: Mi madre tenía un criado negro…
BEKELE: Joder
con la abuela.
MI XUN: Al
principio no entendíamos nada. Yo nunca le he sido infiel a tu padre.
XAO WAN LEI: Y yo estaba seguro de que no eras el hijo
de un moreno, Bekele. Eras mi hijo.
BEKELE: Que
mal rollito…
XAO WAN LEI: Entonces nos dimos cuenta. La abuela me
tuvo con el criado masai. ¡Qué libertina! Yo
salí amarilla, pero tú has resultado chocolate total.
BEKELE: Tonta,
tonta, mierda, mierda.
MI XUN: No
sabíamos qué hacer.
BEKELE: Descanse
en paz.
MI XUN: No
te rías, hijo, que esto es muy serio.
BEKELE: ¿Quién
se ríe? ¿No ves que no sé cómo aparentar que no me afecta y que en realidad estoy
cagado, mamá?
XAO WAN LEI: Fingimos que te adoptamos en Etiopía. Nos
fuimos de vacaciones y estuvimos dos semanas en Addis-Abeba. Nadie se dio
cuenta de nada.
BEKELE: Ostis.
MI XUN: Ya
lo sabes, Bekele, hijo.
XAO WAN LEI: Sí.
BEKELE: No.
No puede ser.
MI XUN: Lo
sé, hijo, estás confuso, pero es cierto.
BEKELE: ¡No
es cierto, no es cierto! ¡Mentirosos!
MI XUN: Que
noooo.
XAO WAN LEI: Sé que es difícil de encajar, hijo.
BEKELE: No
me llames hijo, no soy tu hijo. Soy adoptado. ¡No me tanguéis!
MI XUN: ¡Que
no hables así, Bekele!
BEKELE: Que
tú no me mandas, que no eres mi madre.
BEKELE: ¡Que
noooooooooo!
XAO WAN LEI: Si ya lo sabía yo. ¿Qué te dije, eh, Mi
Xun, qué te dije? Mira qué portazo ha dao. Si es que a los niños no se les
puede decir la verdad. O le mientes siempre o se lo cascas todo desde el
principio. Ahora ya verás: la ESO
a tomar por culo.
MI XUN: Si
aquí en Manchuria no hay ESO, Xao, que no te enteras.
XAO WAN LEI: Lo que haya.
MI XUN: Si
Bekele lleva año y medio trabajando como un negro en una mina cubierta. Un trabajo
de chinos.
XAO WAN LEI: Pues que hubiera nacido de otro sabor.
MI XUN: De
otro color, Xao.
jajaja...pobre Bekele, que disgusto le han dado, el que pensaba que era Etíope..jaja de todas formas él ya sospechaba algo, de dos chinos salir negro..hummm que raro. Buen relato racial Dri.
ResponderEliminarAbrazos!!
Tengo que bajar por tu blog, que tu escribes mucho y a mi me falta el tiempo para leer. :)
Qué cachondo!
ResponderEliminarjajajajaja, buenísimo, en la forma y en el fondo, ¿¿¿comoooorrrr???
ResponderEliminarjajajaj eres genial, Dry.
ResponderEliminarTe echamos de menos por estas tierras...
Cuídate nigga!
Muy bueno! jeje.
ResponderEliminarLa propia identidad es muy difícil de sobrellevar
jajajaja, siempre me haces reir. Pobre Bekele, ahora no sabe de dónde viene ni a dónde va...
ResponderEliminarVaya padres tan crueles. Aunque si te digo la verdad, la excusita del criado negro está muy trillada, esa madre tiene algo que contar jejeje.
Abrazos.